Nos quedamos sin partido casi sin quererlo. Tras una primera mitad igualada pero con una pequeña ventaja local, los de Mike Brown rompieron el encuentro con un inicio fulgurante en el tercer cuarto. Kevin Durant (38+8+8) muestra un hambre voraz y busca redimirse de las finales de 2012, y suyo fue el protagonismo en este Game 1. Eso sí, bien secundado por un Stephen Curry enchufado (28+6+10) y un Draymond Green descomunal en defensa que fue un muro muy difícil de superar para Cleveland Cavaliers.

Ni siquiera los 28 puntos y 15 rebotes de LeBron James fueron suficientes para que los actuales campeones plantaran cara a Golden State en el Oracle Arena.

El de Akron cuajó un excelente partido en ataque, con 8 asistencias, pero sucumbió a la asfixiante defensa a la que le sometió el sistema de los Warriors y que le llevó a cometer 8 pérdidas de las 20 totales, una ventaja que aprovecharon los de Oakland para arrollar a los Cavs.

De la igualdad de los primeros minutos, con alternancias en el marcador y una ligera ventaja de los visitantes, se pasó al modo aniquilador de Golden State. Los locales fueron una máquina total en los dos lados del parqué, con 60 puntos al descanso, 7 robos, 1 pérdida, los 23 puntos de Kevin Durant, las 20 asistencias (10 de Cavs), la intimidación de Green y el manejo mareante de Curry. Todo ello permitía a los Warriors mandar pese al 23% desde la línea de tres puntos.

Además, el banquillo de este equipo parece mucho más fiable que el anterior, todo lo opuesto a Cleveland, sostenido en la primera mitad por los 17 puntos de Kyrie Irving y sobre todo por los 19 puntos y 11 rebotes de LeBron James.

Tercer cuarto clave

El 60-52 con el que finalizaba el segundo cuarto iba a ser la última "buena" noticia de Cleveland en este primer duelo de las finales.

A partir de ahí los Warriors fueron una apisonadora que acabó con el partido gracias a la racha anotadora de Curry (8 puntos consecutivos) y la presencia de ese elemento clave respecto a las últimas finales como es Kevin Durant. El ala-pívot ha empezado marcando diferencias en la serie, asumiendo un rol protagonista, ese que ha dejado a un lado Klay Thompson, que continúa estancado en el tiro pero que ha dado un paso adelante en defensa, esa que dirige un Draymond Green que demostró por qué debe ser el mejor defensor del año.

Este primer asalto se lo llevan los Warriors gracias en parte a su mayor rotación y la aportación de un banquillo que parece mejor y más preparado que el de Cleveland, cuyo quinteto titular, al margen de James e Irving, debe asumir más protagonismo si los Cavs no quieren irse demasiado pronto de las finales. La madrugada del domingo al lunes (02:00h) será el segundo asalto para esta trilogía histórica.