Primera bola de partido para Golden State Warriors en el AT&T Center. Los de Mike Brown, tranquilos por el 3-0 en la serie, podrían cerrar antes de lo que se esperaba estas finales de Conferencia Oeste y convertirse en el primer equipo en la historia que llega a las Finales con un balance de 14-0. Por su parte, San Antonio se encuentra al borde del abismo y contará con la ya conocida baja de Tony Parker y las más que posibles ausencias de Kawhi Leonard, aún convaleciente y sin entrenar, y de David Lee, lesionado en el tercer partido a los dos minutos de entrar en la pista.
Puede ser una noche histórica. No solo por los mencionados récords de los Warriors, sino porque este podría ser el último encuentro como profesional de Manu Ginóbili, un jugador cuya carrera NBA se ha desarrollado íntegramente en San Antonio y quien solo ha conocido a Gregg Popovich en el banquillo local del AT&T Center.
Si bien Ginóbili emplaza su decisión a más adelante, la idea sobre su retirada nunca ha estado más cerca. Tal vez todo dependa de si continúa impresionando al mundo del baloncesto con actuaciones como la del Game 3, en la que se convirtió en el primer jugador en la historia en sumar 21 puntos en playoffs saliendo del banquillo.
Mientras, su rival se muestra tranquilo y sabedor de que son los Spurs quienes se la juegan y más tendrán que arriesgar.
Todo podría depender del nivel de acierto de San Antonio, del nivel de relajación de la plantilla que dirige de forma provisional Mike Brown y si la defensa texana es capaz de frenar las temibles vorágines anotadoras de Golden State. Este equipo que ha acumulado récord tras récord a lo largo de las últimas tres temporadas (ya nos daremos cuenta de la gesta con el paso de los años), podría convertirse en el primer finalista para esa última batalla que empezará el 1 junio.
Ante la adversidad
De nuevo San Antonio tendrá que pelear contra viento y marea. Los problemas no han hecho más que aumentar en estos playoffs, una plaga de lesiones que obligará a jugadores menos habituales en un rol protagonista a dar un paso adelante. Será el turno de Jonathon Simmons, Pau Gasol, Danny Green o Patty Mills, a quien no le está sentando bien la titularidad en esta final de Conferencia.
Todos ellos, además de los siempre presentes LaMarcus Aldridge y Ginóbili, tienen ante sí la oportunidad de demostrar que estos Spurs aún no han claudicado y mantienen un mínimo de ilusión para, al menos, pelear. Los texanos quieren morir matando.