No hubo partido. Más allá de las diferencias entre los dos equipos incluso con todas sus estrellas en forma, la ausencia de la principal arma de los de Gregg Popovich en ambos lados de la cancha es y será determinante. Nunca podrá saberse si los Warriors hubiesen remontado en el partido que abría la serie el pasado domingo, o si la paliza de anoche se hubiese producido con tal contundencia. El hecho es que los todopoderosos subcampeones ponen el 2-0 y viajan a San Antonio con la premisa de finiquitar esto por la vía rápida y descansar ante de unas Finales que comenzarán el 1 de junio.

De nuevo, fue Curry el máximo anotador, y otra vez con un acierto espectacular desde el triple (6/9 con un 66,7%). Pero el actual MVP no es solo eso, además asiste, coge rebotes y hace jugar, mucho, al resto de sus compañeros. Don Stephen es la máxima estrella en estos playoffs para unos Golden State Warriors cuyo único resultado posible es ponerse el anillo de campeón a mediados de junio.

A Mike Brown, que a punto estuvo de perderse el duelo por un incidente con la policía, no le hace falta casi nada para seguir contado sus partidos por victorias en ausencia de Steve Kerr. Sus pupilos tienen marcados a fuego los sistemas de su entrenador y los ejecutan a la perfección. Desde el salto inicial se encargaron de romper el duelo y poco a poco fueron cimentando la victoria a base de triples, un juego eléctrico y asfixia defensiva que propició una y otra vez errores en los ataques de su rival, unos Spurs superados y a los que Popovich no supo (o pudo) darles razones para empatar la serie antes de viajar a su territorio.

A Curry le siguieron los 18 puntos de Patrick McCaw, los 16 de Kevin Durant o los 13 de Draymond Green, que aportó 9 rebotes, 6 asistencias, 2 tapones y 2 robos. Quien sigue sin encontrarse con su muñeca es Klay Thompson, lanza poco desde el perímetro, falla tiros completamente solo y lo que es peor, su lenguaje corporal no invita a pensar en una pronta recuperación.

Pero si algo tienen este tipo de jugadores es que una buena racha en un corto espacio durante cualquier partido traerá de vuelta a la otra pata de los Splash Brothers.

En el lado texano solo Jonathon Simmons (22+3+3) y Davis Bertans (13 puntos en apenas 16 minutos en pista) estuvieron a un nivel más que aceptable. Del resto de la rotación se esperaba más, como el paso adelante de LaMarcus Aldridge que nunca llegó, o el acierto de jugadores como Patty Mills o Danny Green.

Tampoco estuvo a la altura Pau Gasol, que aunque sí elevó su nivel del primer partido (lastrado por las cinco faltas), al español se le exige más en este tipo de encuentros y Popovich no parará hasta recuperar al mejor Gasol.

La serie viaja a San Antonio con 2-0 para unos Warriors lanzados y con los Spurs inmersos en un mar de dudas. ¿Podrá jugar Kawhi Leonard? ¿Serán capaces los texanos de recuperar su nivel y competir tal y como exige una final de Conferencia Oeste? Tiempo hay. La madrugada del sábado al domingo (03:00h) puede ser clave para saber cuánto durará la serie.