Querido Raúl González Blanco

Los madridistas te teníamos como un estandarte, como a el gran capitán, como al que mandó callar a todo un estadio lleno de culés, el que con sus goles silenció al Nou Camp. Y te fuiste del Real Madrid y con tu ida has parecido olvidar a todos los que te tenían como un ídolo, has parecido olvidar a los madridistas que coreaban tu nombre en un abarratado Santiago Bernabéu.

Vale que tu filosofía, que tu visión de vida no te permiten hablar mal del enemigo, pero, querido Raúl, no se puede estar en misa y repicando las campanas, que diría el refranero español, no se puede ser madridista y pelotear al rival, no se puede ser madridista y aclamar al Barça.

Podemos entender que no te conviertas en Piqué y llenas Twitter de insultos, de acusaciones, pero, querido Raúl, no podemos entender que te abraces con Stoichkov, que incluso nos llamó cerdos y pisoteó nuestra camiseta, no podemos entender que sopeses la posiblidad de irte a trabajar con un equipo que deberías sentir como el máximo rival, no podemos entender que mientras los madristas nos partimos la cara porque recozcan el mérito de Cristiano Ronaldo, tú hagas declaraciones en las que digas que el Barça podrá superar a la Juve porque tienen a Messi que es el mejor jugador del mundo.

Tus declaraciones y actos algunos dicen que son porque has mamado de los valores del club del que fuiste parte esencial, de los valores del saber estar madridista, pero, querido Raúl, mientras haces declaraciones alabando al enemigo y ese enemigo te aplaude, los que te queriamos empezamos a decepcionarnos.

Querido Raúl, quizá tu paso por el Madrid y que te convirtiésemos en abanderado de nuestro equipo solo fue un espejismo o quizá tu marcha te hizo olvidar lo que sentimos los verdaderos madridistas cuando oímos hablar del equipo que una vez tras otra nos intenta menospreciar. Querido Raúl, ahora que estás de vuelta y que seguro don Florentino Pérez te dirá que tienes las puertas abiertas, que el Madrid es tu casa, espero y deseo que tu papel no sea el de hablar en nombre del madridismo, porque como futbolista fuiste muy grande, si pienso en una imagen que me pone la piel de gallina es la tuya llevándote los dedos a los labios mandando callar al Camp Nou, pero como voz de mi club prefiero a alguien que me defienda a capa y espada, prefiero a alguien que no abrace a quién me insulta, prefiero a alguien para el que el Real Madrid sea lo primero y lo único.

Querido Raúl, no olvides que no se puede tener contento a todo el mundo y menos en el mundo del fùtbol, aquì hay que posicionarse y ojo porque más parece que te posicionas en el lado que no debes.