Anoche, los Warriors se enfrentaban a los New York Knicks en el Madison Square Garden. Llegaban tras una mala racha en el tiro, causada principalmente por la ausencia de Kevin Durant. Las cosas no estaban funcionando bien últimamente y necesitaban revertir la situación frente a un rival que no es que precisamente busque ganar a toda costa. Ahora mismo, les conviene más conseguir un buen pick para el próximo Draft que esforzarse en luchar por unos puestos de Playoffs que han quedado reducidos a 10 equipos en la lucha.

Golden State salía a la cancha con su estrella, Stephen Curry, atravesando una mala racha en el tiro, pero estaba dispuesto a cortar todas las rachas posibles en un estadio que le vio anotar 54 puntos cuando era solo un niño en su cuarto año en la liga.

Consiguió anotar 11 de 13 en triples dejando una exhibición sin precedentes desde entonces. Dicen que los grandes jugadores siempre dejan increíbles exhibiciones en la Meca del Baloncesto y así fue con Stephen Curry por aquel entonces cuando los Warriors luchaban por hacerse con un puesto de Playoffs en la Conferencia Oeste.

Anoche, consiguió anotar cinco triples y superar a Chauncey Billups, todo un MVP de las finales en la lista de triples anotados. De esta manera, entra en el Top 10 de triplistas de toda la historia de la liga. Nunca antes alguien había conseguido anotar tantos triples (1.833) en sus primeras ocho temporadas en la NBA. Ni el propio Ray Allen, jugador que más triples ha anotado en toda la historia, había conseguido algo parecido.

Curry es mucho más que un tirador, pero en ese apartado, sobresale.

Stephen Curry parece no tener límite y su ritmo a estas alturas nos hacen prever que se convertirá más pronto que tarde en el jugador que más triples ha conseguido anotar en la historia dándole la corona de mejor triplista de la historia si es que no se le puede otorgar ya ese título. Los Warriors tienen que seguir aprendiendo a vivir sin Kevin Durant, pero con Stephen Curry en la pista, las cosas se harán mucho más fáciles.