Juan Francisco Luis Exposito llevaba una vida buscando a su familia paterna. Cuando tenía cinco años, sus padres se separaron y nunca volvió a saber nada de su progenitor, hasta que en 1989, a los 13 años, se enteró de que él había fallecido. A partir de ese momento comenzó a buscar, sin éxito, a la familia de su padre, un marinero de Isla Cristina (Huelva), hasta que su mujer tuvo una idea.

La mujer de Juan utilizó las redes sociales para encontrar a la familia

Cathaysa, la mujer de Juan, utilizó las redes sociales para encontrar a la familia paterna de su marido.

A través de la red social Facebook, la mujer compartió una fotografía, la única que conserva Juan, en la que aparecían él junto a su padre. La imagen fue publicada en la página ‘El mar de Isla Cristina’, donde las personas comentan cosas relacionadas con la localidad.

En pocos minutos, una mujer escribió en la página de Facebook que ella era prima de Juan. “Tengo ganas de llorar”, comentó la familiar. Poco después, más familiares del hombre comenzaron a escribir muy emocionados. Todos comentaban que querían conocer al hijo de Manuel.

La mujer de Juan les dio las gracias a los administradores de la página

Cathaysa les ha dado las gracias a los responsables de la página de Facebook dedicada a la localidad por haber hecho posible el reencuentro de la familia.

Una de las primas de Juan dejó un comentario en que afirmaba que el hijo de Manuel era “idéntico a la abuela Bella”.

Hace unos dos meses Juan se había hecho un tatuaje con la única fotografía que tenía de su padre. Cabe destacar que el marinero marchó de Huelva a Tenerife, donde se había casado con la madre del protagonista de la historia.

Cathaysa afirmó que su marido había visto por última vez a su progenitor cuando solo tenía 5 años. Ella también dijo que su marido siempre afirmaba que su padre era su “ángel de la guarda”.

Los familiares de Juan viajaron a Tenerife para buscarlo

Según ha trascendido, la familia paterna también estaba buscando al hombre desde hace años.

La familia habría viajado de Huelva a Tenerife para intentar encontrar a Juan. No obstante, Cathaysa explicó que dos letras hicieron imposible encontrarlo. La mujer contó que el apellido de la familia era “Luis”, pero que a su pareja lo habían tenido que registrar como “De Luis”.

La pareja de Juan dijo que ahora él estaba “encantado” y que la familia paterna era muy simpática y amable. La mujer de Juan dijo que este era un final feliz para una historia que había sido muy triste. A pesar de los años, el hijo del marinero solo podía recordar esa foto de su padre que ahora lleva tatuada en el pecho.