Una pareja de Nueva Zelanda, Gill y Warren Press, se encontraron En Directo con una anecdótica situación en un vuelo de primera clase a Singapur. A ambos les tocó sentarse al lado de un perro de tamaño mediano, en un vuelo de 13 horas que comenzó en la ciudad de París. El animal, que era un cruce de la raza Bulldog, tenía un problema digestivo y no paró de sufrir flatulencias durante el tiempo del viaje. La mascota viajaba con su dueño.

La pareja, molesta, quiso cambiarse a clase turista

Ante este contratiempo, la pareja quiso cambiarse de asiento, pidiendo el cambio a clase turista.

Ellos mostraron inquietud no solo por las continuas flatulencias del animal sino también por el modo en el que respiraba, siendo descrito por ellos como un resoplido muy ruidoso. Además del olor tuvieron que soportar los constantes bufidos del perro, el cual parecía estar intentando respirar mejor.

Tras quejarse por encontrarse en un vuelo tan aparatoso, la pareja negoció con la aerolínea lo sucedido, recibiendo una indemnización de unos mil cuatrocientos doláres, lo que equivale a unos 1.300 euros. De este modo, Singapore Airlines daba por zanjado el problema al recompensarlos por las molestias causadas.

La pareja afectada donó el dinero

Tras haber recibido la cantidad de la indemnización, la pareja donó el dinero a una organización benéfica de Nueva Zelanda que se dedican a promover causas de defensa para los perros guía.

Ambos pasajeros dejaron presentes sus deseos de que en sus próximos viajes prefieren que se les avise si en el asiento de al lado estará algún animal. Según las declaraciones que dieron en los medios estadounidenses, entre ellos TMZ, un miembro de la pareja comentó: "Espero bebés o niños, pero no espero un perro".

Los Bulldog tienden a tener problemas respiratorios

Los perros de la raza Bulldog son unas mascotas que tienden a tener problemas de respiración debido a su morfología braquiocefálica, que destaca por poseer una trufa aplastada y una rostro con tendencia a ser plano. Sus hocicos cortos forman también unas vías respiratorias pequeñas.

Eso los hace más propensos a padecer todo tipo de molestias, como la mala respiración, el cansancio, el jadeo constante o la respiración agitada. La misma incapacidad de respirar normalmente, curiosamente, les puede causar una acumulación de aire en sus sistemas digestivos, algo que hace que puedan sufrir de una acumulación de gases constante.

Algo que, seguramente, propició el acontecimiento de los hechos; generando un incómodo vuelo para los pasajeros que, sin embargo, se mostraron empáticos ante los animales cuando finalmente donaron la cantidad de su indemnización para generar ayuda hacia otros grupos de mascotas, importantes en la vida de las personas.