Don Juan Calos pensó en hacer un referéndum sobre la monarquía española de acuerdo a unos documentos desclasificados del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Todo se originó en el hecho de que días antes de que el dictador Francisco Franco falleciera, el para ese momento príncipe envió a un amigo cercano, Manuel Prado y Colón de Carvajal, a los Estados Unidos para que se reuniera con las autoridades norteamericanas con el objetivo de perfilar e intercambiar ideas sobre los planes a futuro que se debían realizar en España tras la muerte de Franco.
Uno de los planteamientos que llevaba Manuel Prado y Colón de Carvajal a los Estados Unidos, por orden de don Juan Carlos, era la propuesta para realizar un referéndum sobre la monarquía española. La intención del acto refrendario era darle mayor reconocimiento y legitimidad al nuevo Jefe de Estado que surgiría tras la muerte de Franco y la caída del sistema que el mismo representaba.
Las reuniones del enviado de don Juan Carlos y Henry Kissinger
En los días previos a la muerte de Franco, el 20 de noviembre de 1975, se efectuaron dos reuniones entre el enviado de Juan Carlos I, Manuel Prado y Colón de Carvajal y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger. Los encuentros tuveron lugar el 4 y 5 de noviembre de 1975.
En aquella ocasión el enviado del príncipe le confesó a Kissinger que Francisco Franco estaba a punto de morir, y que por ello don Juan Carlos había aceptado de manera formal, pero sin poder de decisión real, la jefatura de Estado.
Los consejos de Giscard contados a Kissinger
Manuel Prado y Colón de Carvajal dijo al secretario de Estado, Henry Kissinger, que el francés Giscard le había hecho saber al príncipe don Juan Carlos que él consideraba que la población española iba darle un periodo de gracia al nuevo jefe de Estado para que organizara la jefatura asumida, lapso que podría durar seis meses, pero tras eso era probable que surgieran protestas en su contra.
Por ello, el presidente francés recomendaba que lo mejor era acudir a la convocatoria de la voluntad popular, mediante un referéndum sobre la monarquía, para conocer si los españoles estaban de acuerdo en que España fuera gobernada por un rey.
Las recomendaciones de Kissinger a don Juan Carlos
Para el secretario de Estado estadounidense, la idea del referéndum sobre la monarquía española estaba clara: "Si lo hacéis bien, podría tener también la ventaja de que pareciera el inicio de un proceso democrático".
Prado, durate el encuentro con Kissinger, le reveló que en España vivían una etapa de cierta inestabilidad porque había muchos franquistas apelando porque la dictadura siguiera vigente. Por otro lado, don Juan Carlos no quería encaminarse a la izquierda abriendo o legalizando espacios políticos como el Partido Comunista.
La toma del poder por parte de Juan Carlos I
En el intercambio entre Prado y Kissinger, el segundo le reveló al enviado del jefe de Estado que desde Estados Unidos enviarían tras la muerte de Francisco Franco, una importante representación y que incluso estaban barajando que el propio presidente de los Estados Unidos, Gerald Ford, fuera a los actos funerarios del dictador y posterior coronación del máximo representante de la Casa Real.