Diego Armando Maradona no necesitó morir para transformarse en leyenda. Ya lo era y de eso dan cuenta las letras que cantantes, compositores y poetas le dedicaron a lo largo de los años. Una selección de las más bonitas canciones que homenajean al astro de futbol, quien murió repentinamente a la edad de 60 años.
'La Tómbola con El Pibe (si yo fuera Maradona)', de Manu Chao
Si yo fuera Maradona/ Viviría como él/ Si yo fuera Maradona/ Frente a cualquier portería/ Si yo fuera Maradona/ Nunca me equivocaría/ Si yo fuera Maradona/ Perdido en cualquier lugar.
'Dieguitos y Mafaldas', de Joaquín Sabina
Los muchachos de la 12 más violentos/ Cuando la "junan" en la Bombonera/ Le piden, a la virgen de los vientos/ Que le levante a Paula, la pollera/ 20 años de mitos mal curados/ Dibujando Dieguitos y Mafaldas/ 20 vidas hubiera yo tardado/ En contar los lunares de su espalda.
'Maradona', de Andrés Calamaro
Maradona no es una persona cualquiera/ Es un hombre pegado a una pelota de cuero/ Tiene el don celestial de tratar muy bien al balón/ Es un guerrero/ Es un ángel y se le ven las alas heridas/ Es la Biblia junto al calefón/ Tiene un guante blanco calzado en el pie/ Del lado del corazón.
'Maradona Blues', de Charly García
¿Qué es el pasado en nuestra vida?/ ¿Por qué ese peso sigue aquí?/ Yo te he cuidado/ pero ahora es cara o cruz/ Yo no te di mi fucking blues./ Es sólo un Maradona blues.../ Yo ya te entiendo, hice todo para ser/ Yo no sé qué hago con mi luz/ y tengo el Maradona blues.
'La mano de Dios', de El Potro Rodrigo Bueno
En una villa nació, fue deseo de Dios/ Crecer y sobrevivir a la humilde expresión/ Enfrentar la adversidad/ Con afán de ganarse a cada paso la vida/ En un potrero forjó una zurda inmortal/ Con experiencia sedienta, ambición de llegar/ De cebollita soñaba jugar un Mundial/ Y consagrarse en primera/ Tal vez jugando pudiera/ A su familia ayudar.
'Maradó', de Los Piojos
Cae del cielo brillante balón/ Toda la gente y todo el mundo ve/ Una revancha redonda en su pie/ Todo el país con él corriendo va/ Caen las tropas de su majestad/ Y cae el norte de la Italia rica/ Y el papa dando vueltas no se explica/ Muerde la lengua de Joao Havelange/ Maradó, maradó/ Maradó, maradó.