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No hacer nada

La falta de proyectos y planes ataca directamente la mente. Es un buen momento para aprovechar y poner manos a la obra con las cosas que tenemos postergadas por falta de tiempo: ordenar un álbum familiar o las fotos acumuladas en la PC, leer los largos libros que quedaron por la mitad, hacer una revisión general de armarios o ponerse a pintar un ambiente.