La cuarentena establecida por las autoridades de los países afectados por el coronavirus obliga al aislamiento físico. El encierro prolongado puede provocar angustia, miedo, peleas entre los miembros de una familia. Cómo organizarse combatir estos desagradables síntomas para que pasen los días de la mejor manera posible.
Quedarse con el pijama todo el día
Es conveniente, al levantarse, cambiarse la ropa de dormir para afrontar el nuevo día. Quedarse con el pijama puesto puede ser un gran programa cuando es un día casi de vacaciones, pero no cuando son muchos días como en el caso de la cuarentena por coronavirus.
No tener horarios
Es importante hacer un plan y cumplirlo, tener horarios para levantarse, desayunar, almorzar, hacer ejercicio físico, leer o ver TV. Sobre todo cuando hay niños, para los cuales también tenemos que organizar actividades.
Picotear a toda hora
Tener una heladera todo el día a disposición puede ser muy peligroso y salir de la cuarentena por coronavirus con kilos de más. Es importante tener alimentos saludables, frutas y verduras a disposición. Cocinar con los niños ¡No sólo galletas!
Aislarse de los afectos
La cuarentena por coronavirus establece el aislamiento físico, no de amigos y familiares. Hay aplicaciones y programas que permiten fácilmente videoconferencias. La falta de contacto y soledad lleva a profundas depresiones.
Sueño descontrolado
Despertarse a media mañana y dormir siestas interminables provocan luego insomnio, el cual resentirá el descanso pleno y aumentará con el correr de los días de irritabilidad.
Descuidar la higiene
Desde lo personal, y la casa misma, hay que mantener una cuidada higiene para evitar el ingreso o proliferación de coronavirus. Pero también una casa desordenada y la falta de higiene provocan malestar generalizado.
Mirar todo el tiempo las noticias
Si bien es importante estar informado, tampoco se trata de vivir con la radio encendida, la TV o actualizando las portadas de los diarios. No es necesario contar uno por uno los casos que se reportan y entrar en pánico.
No hacer nada
La falta de proyectos y planes ataca directamente la mente. Es un buen momento para aprovechar y poner manos a la obra con las cosas que tenemos postergadas por falta de tiempo: ordenar un álbum familiar o las fotos acumuladas en la PC, leer los largos libros que quedaron por la mitad, hacer una revisión general de armarios o ponerse a pintar un ambiente.