Nacho Dean ha pasado a la historia por convertirse en el primer hombre de nacionalidad española que ha logrado dar la vuelta al mundo andando y disfrutar de su pasión por la natación. Además que ha sido capaz de unir los cinco continentes de esta manera. Según ha explicado el joven, su único objetivo es concienciar de la gran importancia que tiene conservar nuestro planeta para las generaciones que vienen detrás.

A este joven malagueño de 39 años de edad parece que todos sus objetivos, al final, se le quedan cortos. Ya fue el primer ciudadano de nacionalidad española, y el quinto del mundo, que fue capaz de dar la vuelta al mundo, simplemente, caminando.

En el año 2017 puso en marcha la Expedición Nemo con el objetivo de unir los cinco continentes nadando y en el año 2019 ha logrado cumplir con el planning.

El planeta Tierra está formado en un 70% por agua y los océanos son los grandes olvidados

El joven ha explicado en el medio Huffpost que vivimos en un planeta que está compuesto en un 70% por agua. Había dado la vuelta al mundo simplemente caminando para poder documentar el cambio climático, pero sentía que tenía una deuda personal con los olvidados océanos. Asegura que todos los días se escuchan noticias muy negativas sobre lo que está sucediendo en ellos, por lo que decidió embarcarse en un nuevo proyecto para unir los cinco continentes nadando y lanzar el mensaje de la importancia de conservar los mencionados océanos por el bien de los seres humanos.

La conocida como Expedición Nemo se inició el 26 de junio del año 2018, cuando el joven cruzó el estrecho de Gibraltar, de manera que unía a nado Europa con África.

Tardó casi cuatro horas en hacer los 15 kilómetros que separan los dos continentes. El 1 de julio de ese mismo año hizo la travesía de Meis-Kas, que une Grecia con Turquía y que tiene una gran importancia en la ruta que une Asia con Europa (tardó dos horas en cubrir los siete kilómetros de distancia).

El más costoso fue el paso entre Asia y Oceanía, en el que tardó seis horas y media

El 13 de septiembre de ese mismo año hizo el estrecho de Bering y en menos de una hora y cuarto realizó los cuatro kilómetros que separan Rusia de Alaska, o sea, Asia y América. El 4 de noviembre cruzó la travesía que une Papúa Nueva Guinea con el mar de Bismarck.

En este caso, tardó seis horas y media en cubrir la distancia entre Asia y Oceanía.

Y,el 5 de marzo del 2019 lograr cumplir su objetivo: cruza el golfo de Áqaba, entre Jordania y Egipto, o sea, entre Asia y África. Casi una hora y 45 minutos para realizar los nueve kilómetros de recorrido.

Para poder hacer frente a este nuevo reto necesitó prepararse físicamente, lo que implicaba una gran diferencia con su anterior reto de recorrer el planeta caminando, por lo que tuvo que entrenar durante un año y dos meses.