Cuando vamos a la playa nos podemos encontrar con banderas de diversos colores: verde, roja, amarilla o negra. Por eso, hay que conocer el significado de cada color y cómo hay que actuar en cada caso.
Mucha gente no sabe que las banderas que nos encontramos en la playa poseen mucha más información de la que nos podríamos imaginar y, en pleno verano, es necesario saber cuál es el significado exacto de cada una. Por ello, es muy importante para este verano en el momento de acudir a determinadas playas con el objetivo de darse un baño.
Bandera verde
Señala que te puedes bañar en el agua, sin problemas. No hay peligro ni hay que prestar ningún tipo de precaución extra, aunque siempre hay que tener cuidado.
Bandera amarilla
Es la bandera con un significado más ambiguo. El significado es que el baño es completamente accesible, pero hay que tener cuidado y mucha precaución. No hay que alejarse de la orilla y hay que bañarse en las zonas en las que se haga pie. La bandera amarilla se suele colocar cuando hay un oleaje fuerte, contaminación o puede existir algún animal peligroso en el agua (las medusas, por ejemplo).
Bandera de presencia de medusas
En el caso de las medusas, hay una bandera específica: de color blanca, con el estampado de una medusa, que se suele colocar al lado de la bandera amarilla. Este animal es perjudicial a través de sus picaduras en la piel de los bañistas.
Bandera roja
Mala señal si nos encontramos con una bandera de este color. Las condiciones del mar son muy malas y es peligroso bañarse. O el agua no está en buenas condiciones o habría riesgos reales para nuestra salud a causa de bacterias, contaminación o especies peligrosas (medusas, peces araña, tiburones...). En algunos casos, la bandera roja solo afecta a una zona de la playa, por lo que hay que prestar atención a la hora de bañarse. Si no se cumple la prohibición, podría existir una multa económica.
Bandera negra
No es muy habitual. Si hay una bandera negra ondeando, mala señal. Normalmente, ni siquiera se podrá pisar la playa. Se suele colocar en aquellos arenales que están cerrados por culpa de los destrozos provocados por un temporal, lo que hace que sea imposible bañarse en una playa.