Aunque no tenga nada que ver con el ideal de belleza actual, la Princesa de Irán, Zahra Khanom Tadj es-Saltaneh habría sido considerada ejemplo. Por su aspecto físico se ha hecho muy popular en las redes sociales. Pero no solo su apariencia era muy peculiar, su vida habría sido única.

En su vida hay muchas leyendas sobre sus pretendientes

Alrededor de su vida amorosa existe una leyenda (que algunos historiadores consideran exagerados), ya que habría tenido 145 pretendientes que pertenecían a la alta nobleza e, incluso, trece de ellos habrían tomado la decisión de suicidarse al no poder asimilar el rechazo de la princesa.

Según Victoria Martínez, historiadora experta en mujeres, este dato sería falso.

En su país, ella habria sido considerada el mayor ejemplo de perfección y belleza. Aunque no se sabe con seguridad que es lo que hacía que sus pretendientes se enamorasen de ella, si algunos de sus pretendientes rechazados habrían acabado suicidándose o si en aquella época era tan valorada por su belleza física.

Por las fotografías que han llegado a la actualidad, nadie podría pensar que su vida fue así. Pero también es inimaginable que fuera un ejemplo de Mujer feminista en una época muy complicada para las mujeres. Lo que queda claro es que el ideal de belleza de Irán a finales del siglo XIX no tenía nada que ver con el actual.

Zahra Khanom Tadj es- Saltaneh era miembro de la dinastía Qajair (algunas traducciones hablan de Kayar), la familia real de Irán de procedencia turca que estuvo en el poder desde el año 1785 hasta 1925 (año en el que acabaron siendo derrotados por la histórica dinastía Pahlavi).

Zahra era hija de Naser al-Din Sah Kayar, que fue rey de Irán entre los años 1848 y 1896.

Ella se habría caracterizado por ser una de las mujeres más revolucionarias y con un pensamiento más avanzado de su época.

Habría sido tan inusual y tenía una personalidad tan propia, que no respetaba la ideología iraní que decía que la mujer debía ser sometida. Llegó a casarse y tuvo cuatro hijos, pero años más tarde solicitó el divorcio (algo que era impensable en una sociedad como la iraní, en aquella época).

Llegó a ser la fuente de inspiración del poeta Aref Qazvini y fue pionera en lograr libertades para la mujer en aquella sociedad y peleó por los derechos de las mismas. Por otro lado, habría demostrado su talento artístico como pintora y escritora.

No hay que olvidar que habría sido de las primeras mujeres que apostó por vestirse con ropa occidental

Gracias a su supuesta labor feminista, su figura está siendo estudiada por historiadores de todo el mundo que buscan entender su figura y el impacto que produjo en la sociedad en la que le tocó vivir.

Pero, sin duda, su nombre es uno de los más buscados por su “peculiar” imagen física. También, hay cada vez más historiadores que dudan de la figura de esta princesa y de la importancia que tuvo en la sociedad iraní.