Evitar sequedad en el entorno
El ambiente debe tener humedad para que el niño pueda respirar mejor. En estos casos son muy útiles los humidificadores. Lo ideal es mantener los niveles de humedad del dormitorio al 50% para que el aire no sea demasiado húmedo.
Hidratación
Es importante mantener hidratado a los niños cuando sufren de tos. Se les debe proporcionar mucha agua en estas condiciones. El moco que tienen acumulado en la nariz, pecho y garganta es el culpable de que se les irrite la garganta.
Dormir inclinado
La posición horizontal a la hora de dormir incrementa la tos en la noche. Es por ello ideal usar almohadas para que el niño pueda dormir semi inclinado y de esta forma pueda respirar mejor.
Combatir la sequedad en la garganta
Es bueno probar con remedios caseros para aliviar el dolor o sequedad de la garganta, como la miel, cebolla o simplemente tener a la disposición agua para tomar cada vez que la garganta esté seca.
Darle al niño una ducha o baño caliente
No sólo lo ayudará a relajarse, sino que el vapor del baño ayudará a que aflore la mucosidad. Es bueno que el niño inhale el vapor durante unos minutos y luego trate de expulsar los mocos.