1
Evitar sequedad en el entorno
El ambiente debe tener humedad para que el niño pueda respirar mejor. En estos casos son muy útiles los humidificadores. Lo ideal es mantener los niveles de humedad del dormitorio al 50% para que el aire no sea demasiado húmedo.
2
Hidratación
Es importante mantener hidratado a los niños cuando sufren de tos. Se les debe proporcionar mucha agua en estas condiciones. El moco que tienen acumulado en la nariz, pecho y garganta es el culpable de que se les irrite la garganta.
3
Dormir inclinado
La posición horizontal a la hora de dormir incrementa la tos en la noche. Es por ello ideal usar almohadas para que el niño pueda dormir semi inclinado y de esta forma pueda respirar mejor.
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