Muchos hombres están involucrados en ayudar a hacer los oficios de la casa, sobre todo cuando la mujer se divide entre el servicio de la casa y el trabajo. El cansancio puede llegar fácilmente cuando su rutina es trabajo y cansancio, es entonces que los hombres entran en acción, muchos hasta cuidan a los hijos mientras su mujer trabaja fuera, ayudando en las finanzas de la casa. Pero ¿es que esto puede perjudicar el matrimonio?

Un estudio realizado recientemente, llamado "Equality in the Home", que en español significa, "Igualdad en casa", realizado por el Instituto de Ciencias Sociales Nueva, reveló que, en familias donde las tareas del hogar pasan a ser compartidas por la pareja, la posibilidad de un divorcio aumentó alrededor de un 50% en comparación con las familias, donde gran parte de las tareas del hogar es realizado por mujeres.

A que se debe esta hipotesis

Thomas Hansen, coautor del estudio, reveló que cuanto más el hombre colabore con los servicios domésticos, mayores posibilidades de enfrentarse a un divorcio la pareja tendrá. Él explica que las parejas modernas dividen las tareas domésticas, teniendo una percepción menor de lo que realmente es una unión tradicional y sagrada. "Las mujeres están cada vez más calificadas para enfrentar el mercado de trabajo, y con eso, están conquistando empleos bien pagados, volviéndose menos dependientes de sus cónyuges, eso les hace enfrentar con más facilidad un posible divorcio", agregó el estudio.

Hay países modernos donde la igualdad de género es bien aceptada por gran parte de la población, un ejemplo de ello es Noruega.

La educación de los hijos está dividida igualmente entre padres y madres en aproximadamente el 70% de los matrimonios, pero cuando el asunto son las tareas del hogar, el sexo femenino se preocupa de cuidar la casa por sí sola, incluso actuando en un trabajo fuera de ella.

Resultados del estudio

El estudio destaca que, "las tareas domésticas son realizadas por su propia voluntad y están" felices "haciendo eso, incluso viviendo en un matrimonio moderno, donde la educación de los hijos está totalmente dividida entre ellos.

Esto puede suceder porque el hombre no tiene la misma flexibilidad que las mujeres presentan, por lo que no logran unir el trabajo con las obligaciones de casa. Cuando esto ocurre el nivel de estrés de ellos puede elevarse, causando innumerables discusiones en el matrimonio y una posible separación. Las mujeres cada vez se independizan más y pues están demostrando que no necesitan los fondos monetarios de un hombre para poder sobrevivir y sin darse cuenta se están volviendo un poco egoístas.