El cumpleaños es una celebración anual que, por lo general, las personas quieren compartir con sus familiares y más allegados, con el fin de conmemorar un año más de vida.
Pero no todos tienen esta dicha, para un anciano de 84 años de edad, pasar su cumpleaños le recuerda que está solo, porque su pareja murió hace cuatro años, no tuvo hijos, sus familiares murieron y él era el menor de los hermanos.
¿Un cumpleaños feliz?
Oscar, un hombre de tercera edad fue al hospital alegando que sufría una fuerte cefalea (dolor de cabeza intenso y persistente), cuando la razón era otra.
Las enfermeras luego de atenderlo, descubrieron que el verdadero motivo de su visita era que el adulto mayor estaba cumpliendo años y no quería pasar el día solo.
Con el corazón arrugado y lágrimas en los ojos, las enfermeras improvisaron una fiesta de cumpleaños en la habitación de Oscar, decoraron el lugar inflando los guantes quirúrgicos como globos y compraron una pequeña torta, le colocaron una vela en su honor para que así pidiera tres deseos.
Una conmovedora historia que recorrió el mundo
Este hecho fue publicado en la red social Facebook en la cuenta de la enfermera Gisel Rach, quien explicó con detalles la historia y mostró la imagen del hombre, donde se ve con una gran sonrisa acompañado de tres practicantes.
Rach contó que el hombre se emocionó mucho “por algo tan simple” y aseguró que ese día nunca lo iba a borrar de su memoria.
La publicación cuenta con más de un centenar de personas que reaccionaron a esta historia y le desearon un feliz cumpleaños a Oscar.
Un ángel en el camino
Los internautas dijeron que a veces las personas se topan con ángeles en el camino que te alegraran el día y darán un toque de emoción a tu día.
Indicaron que “es muy sencillo abrir el corazón y colocarse en el lugar del otro”, afirmando que “la compasión es un sentimiento que nos une con el creador”.
En este sentido, felicitaron a las mujeres y les pidieron seguir “regalando sonrisas y ayudando a las personas”.
Deseo de cumpleaños
La enfermera Gisel Rach dijo que el octogenario pidió como deseo que el próximo cumpleaños volviera a ser igual que el actual.
En este sentido, Rach pidió a sus lectores valorar a las personas que tienen a su lado, porque al tener compañía son millonarios y “a veces no se dan cuenta”.
Ama, ríe, y por sobre todo cuida a tu ser querido, fue lo que pidió Gisel, quien fue una de las enfermeras que le regalo un final feliz a la historia de Oscar que aunque no se fue con un cuento de hadas, partió del hospital con el corazón lleno amor y con ojos de felicidad.