Un nuevo descubrimiento da un paso de gigante en el avance de la lucha contra el Cáncer cerebral y de garganta. Un tratamiento que está en fase experimental ha sorprendido a los investigadores al destruir totalmente los tumores cerebrales y de cuello de varios pacientes terminales. Han señalado que en el tratamiento no se dio ninguna intervención física, sino que se trata de una combinación de sustancias para alterar el sistema inmunológico.

El tratamiento experimental se ha llevado a cabo con pacientes con metástasis en fase terminal

El equipo científico de Kevin Harrington, uno de los precursores del tratamiento experimental, quedaron sorprendidos por los resultados satisfactorios de sus pruebas.

En ellas combinaron una serie de sustancias y en un tratamiento implantado a pacientes con metástasis, sobre todo en personas que se encontraban en fase terminal a causa de cánceres cerebrales y de garganta. Sin embargo, tras finalizar el estudio, se percataron que consiguieron extender la vida de los participantes en el experimento por encima de la media. Aun así, se ha informado que el experimento se encuentra en fase 3 y continúa estudiándose.

Barry Ambrose, un hombre de 77 años, vio cómo su tumor desapareció cuando le daban por muerto

De hecho, uno de los enfermos de nombre Barry Ambrose vio cómo el tumor en la garganta desapareció totalmente a pesar de haberse extendido la enfermedad hasta los pulmones.

Cuatro años después sigue con vida, y eso que le comunicaron que su fallecimiento era inminente. "Al final fue una salvación", comenta el hombre de 77 años, que no dudó en acogerse a la prueba experimental de Kevin Harrington porque no tenía nada que perder. El paciente recuperado añadió que no ha notado ningún efecto secundario.

Incluso asegura que tras terminar el tratamiento se fue de crucero con su mujer hace dos años al no notar ningún problema de salud.

La nueva terapia en fase experimental abre una puerta a la esperanza en la lucha contra el cáncer

El equipo de Kevin Harrington, perteneciente al Instituto de Investigación del Cáncer en Gran Bretaña, llevó a cabo la prueba en 947 pacientes.

Sustituyeron el tratamiento habitual de quimioterapia por otro en el que se combinaban diversas terapias (nivolumab e ipilimumab) que estimulaban que el sistema inmunológico atacase a las células cancerígenas de tumores cerebrales y de garganta. El caso de Barry Ambrose no ha sido un hecho aislado, ya que otros pacientes habrían visto cómo sus tumores desaparecían y la esperanza de vida en enfermos terminales superaba la media. Por tanto, se abre una nueva puerta en la lucha contra el cáncer.