Un estudio del ADN ha desvelado cómo eran realmente los lobos gigantes. Actualmente hemos podido conocerlos en la exitosa serie 'Juego de tronos'. Y es que el análisis de 5 fósiles que tienen más de 50.000 años confirman que estos lobos vivieron en el Pleistoceno, pero no guardan relación directa con otros cánidos como se pensaba.
El ADN del lobo prehistórico: 'Juego de tronos' y la fama de los lobos gigantes
Los lobos gigantes se extinguieron hace 12.000 años. Pero en la actualidad los hemos podido ver en la pantalla grande gracias a la serie de juego de tronos y a la familia Stark. El éxito de la serie les ha dado tanta fama que ahora son los Animales prehistóricos más conocidos. Y es que, a pesar de su aparición en las adaptaciones televisivas, estos animales poblaron grandes zonas de Norteamérica durante el Pleistoceno y se alimentaban de grandes mamíferos. Estos lobos eran más grandes y algo más pesados que los lobos del Yukón.
Y aunque las reconstrucciones llevaron a los científicos a pensar que guardaban relación con los lobos que conocemos, se ha demostrado que no es así.
Descubrimientos tras la investigación científica
Los estudios del ADN muestran que los lobos gigantes y los lobos actuales tienen una diferencia evolutiva amplia entre ellos. De hecho, el estudio del ADN muestra que el lobo gigante pertenece a una rama que se separó del resto de la rama de cánidos hace millones de años. Serían los últimos de un linaje que ya no existe.
La nueva Investigación científica y los hallazgos sobre los lobos gigantes se deben al estudio de la secuencia de ADN que procede de 5 fósiles que se han encontrado en Tennessee, Ohio, Idaho y Wyoming.
Los 49 investigadores que han participado en el estudio han analizado los genomas y los han comparado con especies conocidas.
Los resultados del estudio revelan que los lobos gigantes se quedaron y evolucionaron en el continente americano a diferencia de otros cánidos que migraron. Es posible que esto, unido a otros factores, haya contribuido a la desaparición de los lobos gigantes.
Cambio climático y final de la última edad de hielo
El final de la última edad de hielo también fue testigo de la extinción de otros depredadores. Es el caso de los osos de cara corta también conocidos por el nombre de leones americanos. Respecto a la desaparición del lobo gigante la aparición de nuevas enfermedades que trajeron otros animales y que no pudieron superar pueden ser otra causa más que produjo su extinción. Además, con probabilidad, la llegada de los humanos que eran cazadores y que se alimentaban de grandes animales no contribuyera de manera positiva al desarrollo y evolución de estos animales.