Médicos, investigadores y especialistas en el área de la nutrición han determinado que es importante mantener un sistema inmune fuerte para enfrentarlo. El sistema inmune es una red de células que se encuentra distribuida en el cuerpo y funciona con el apoyo de moléculas para defender al organismo de patógenos e invasores.
Los probióticos son microorganismos que refuerzan el sistema inmunológico y por consiguiente las defensas, son los encargados de mantener un escudo protector frente a bacterias, virus y el estrés. Estos microorganismos son bacterias y levaduras que poseen bondades para la salud.
Para mantener esta coraza es necesario mantener hábitos alimenticios saludables, una nutrición adecuada y su consumo equilibrado.
El funcionamiento del sistema inmune
Las defensas se componen por tres tipos de barreras, en primer lugar, las físicas, es decir, la piel y todo lo que cubre el sistema gastrointestinal, las cuales evitan que los virus puedan tener contacto con nuestro organismo. Dichas barreras físicas, a su vez, están acompañadas por un segundo elemento compuesto por las sustancias químicas como el ácido estomacal, moco y el sebo cutáneo y en tercer lugar se encuentran los microorganismos llamados microbiota, los cuales también se encargan de mantener a raya las infecciones y Enfermedades.
Las células defensoras clave: los linfocitos
Es posible que un agente infeccioso pueda traspasar las barreras, es entonces cuando nuestras defensas activarán células para mantener alejado o eliminar un virus, y a la par, también accionarán los linfocitos T y B. Estas células clave acelerarán los procesos específicos para suprimir la propagación de la infección.
De manera específica, los linfocitos T se ocupan de organizar a todas las células para eliminar al agente invasor y los tipo B, son aquellos que dan lugar a los anticuerpos para cada infección de manera particular para evitar que el virus se extienda al organismo. Los anticuerpos poseen memoria, es decir que en el caso de que se presente el mismo agente infeccioso, los linfocitos podrán reaccionar con mayor agilidad.
Fortalecer al sistema inmune con probióticos
Para que el escudo del sistema inmune pueda mantenerse fuerte y evitar el paso de agentes infecciosos, es importante mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico y evitar el consumo de bebidas alcohólicas y el tabaco. La Sociedad Internacional de Inmunonutrición (ISIN) afirmó que llevar una alimentación cargada de frutas y verduras antioxidantes contribuye al funcionamiento adecuado de las defensas.
Los probióticos se caracterizan por ser microorganismos vivos externos, que se pueden añadir a los hábitos alimenticios para fortalecer y mejorar la respuesta del sistema inmunológico ante la presencia de virus. Expertos y especialistas sugieren que el consumo de estos microorganismos se debe combinar con una dieta equilibrada.
El 80% de las células que se encargan de proteger al organismo se ubican en los intestinos, por lo que la flora intestinal ayuda a fortalecer y enfrentar a enfermedades comunes. Es aquí donde los probióticos actúan como bacterias beneficiosas para apoyar al sistema digestivo, respiratorio e inmunológico.
Seleccionar de manera adecuada los probióticos
Para seleccionar un probiótico que sea de calidad para el organismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que deben cumplir con ciertos elementos: en la etiqueta se debe incluir el género, cepa y especie de cada microorganismo, cantidad de microorganismos en cada unidad o frasco, porción sugerida, condiciones de almacenamiento e información completa del laboratorio donde fue realizado.
Es importante también verificar los estudios e investigaciones del laboratorio farmacéutico donde fue creado, que certifiquen su funcionamiento y eficacia para la salud. Y sobre todo, lo más importante es consultar siempre al médico antes comenzar a tomarlos.