Nuestro mundo está en constante cambio, especialmente en el ámbito de la tecnología y las transformaciones digitales. Silvia Leal, divulgadora científica y experta en tendencias de futuro, ve estos cambios de un modo optimista. Pero, como bien dice, es ''optimista con datos''.
Silvia Leal, considerada por muchos como la nueva Punset, es protagonista por el programa que acaba de estrenar en La 2 de Televisión Española, 'La Cuarta Revolución', emitido los sábados a las 11:25 horas, un nuevo espacio divulgativo innovador en el que se pretende incidir en la difusión de las aportaciones de las transformaciones tecnológicas y digitales y cómo van a repercutir en nuestra vida.
Temas como los avances en medicina regenerativa, el papel de la Inteligencia Artificial y los robots, junto a su relación con la educación y el empleo, son claves en este nuevo programa. Todo, desde un enfoque realista y a la vez positivo con el que Leal nos acercará al mundo de las tecnologías incipientes pero derribando muchos prejuicios e ideas erróneas predominantes.
PREGUNTA: Silvia Leal, conferenciante, experta en innovación, tecnología, transformación digital... Licenciada en Ciencias Económicas y Doctora en Sociología, con una larga y consolidada carrera reconocida en España y en el mundo empresarial europeo, colaboradora en varios medios de comunicación, autora de varios libros de divulgación... una de las Top 100 Honorarias en España. Y siempre optimista, frente a cierto catastrofismo predominante a la hora de imaginar los retos del futuro.
RESPUESTA: "¡Sí!
Pero como siempre digo, soy optimista con datos. Es cierto que hay una tendencia social a quedarnos con lo negativo, pero también es cierto que la perspectiva global es claramente positiva. Cuando, por ejemplo, el Work Economic Forum dice que van a desaparecer por la tecnología 75 millones de empleos, la gente pone el grito en el cielo sin leer que, en el mismo párrafo del mismo informe, afirma que se generarán 133 millones. Pero es verdad que el pensamiento negativo es más fuerte que el positivo, y que en Internet se hace mucho ruido".
Hablemos de tu programa. La idea principal es que estamos inmersos en un gran cambio cualitativo en cuanto a la transformación tecnológica, que incide en nuestra vida de modo constante.
"Sí, esa es la idea, con un pequeño matiz: todas las tecnologías sobre las que hablamos en el programa son viejas, sin excepción.
Por ejemplo, la realidad aumentada y virtual nace en los años 40, con los aviones de combate, y los primeros robots bípedos humanoides son de 1939. Lo realmente nuevo son las aplicaciones. Lo que quiero decir es que el futuro no es tan incierto como se piensa: la sociedad, la economía, las empresas, las profesiones se van adaptando a las nuevas tecnologías, pero el cambio ni es tan nuevo ni va tan rápido. Llevamos cambiando un montón de tiempo, las tecnologías de las que hablamos estarán democratizadas: realidad aumentada en la Seguridad Social, robots bípedos humanoides en las residencias... Es decir, ni es nuevo, ni incierto. Además, la reducción de los costes de todas estas tecnologías hará que las podamos tener en el móvil; es fantástico el hecho de que chicos de siete y nueve años tendrán interés y motivación por cosas gratuitas.
Se piensa que hace falta muchísima inversión en todo esto, pero la democratización ya es real mediante los móviles. ¿Quién no tiene uno?".
La educación es fundamental a la hora de aprender sobre toda esta revolución tecnológica y adaptarnos a ella. Pero antes de hablar de ello querría preguntarte sobre la impresión 3D, eje del primer capítulo del programa. ¿Es la impresión 3D una gran desconocida?
"La impresión 3D es una gran conocida en ámbitos como el ocio, la ingeniería... Pero quizás no se conoce tanto su implicación a la hora de favorecer modelos tecnológicos capaces de ayudar al otro, su impacto clave a la hora de favorecer nuevos empleos, y sobre todo en personas que no han podido estudiar.
Lo que me planteo es que sería beneficioso que se produjese un cambio en cuanto su modelo de financiación: así como por cada euro que recibe la impresión 3D en medicina, diez se destinan al cáncer, habría que entender que, sin reducir la financiación en cáncer, debería fomentarse un mayor presupuesto a la bioimpresión y a los científicos expertos en ella por parte de todos los sistemas sanitarios del mundo. Es algo necesario que debería estar presente en todas las universidades, algo que debería reivindicar el mundo médico. Porque cuantos más órganos sanos, menor medicación. Supongo que cualquiera que deba hacerse un trasplante de piel preferirá piel imprimida, natural, no de titanio".
En el capítulo vemos que es una tecnología de bajo coste y respetuosa con el medioambiente. ¿Qué hay de cierto en ese pensamiento sobre que las nuevas tecnologías son caras y contaminantes?
"Un ejemplo de la eficacia de la impresión 3D son las 'casas origami' de Colombia para combatir el chabolismo, creadas con bajo coste, en poco tiempo y con gran solidez.
Además, la administración puede proveer de ellas a todo aquel que no tenga una vivienda digna, y son la solución en casos de catástrofes naturales por la inmediatez de su construcción".
'Es fascinante el talento que hay en España y lo poco que está reconocido'
Parece que hace falta concienciación acerca de todos estos logros.
"¡Y Marca España! ¡Una máquina de Valencia, pionera mundial en el desarrollo de impresión 3D en casas! Es triste que si en Silicon Valley se patrocina una tecnología innovadora, lo veamos como un logro maravilloso. Pero en cambio si ocurre en España no sale en los titulares. Por ejemplo, en el segundo capítulo del programa vemos cómo dos fisioterapeutas de Tres Cantos crean la primera herramienta de realidad aumentada encargada de engañar al cerebro en caso de lesión medular.
O el ejemplo de Neuroelectrics, una empresa española encargada de analizar si una persona se encuentra clínicamente muerta o en coma profundo. Esta compañía, además, reconoce el sueño y la fatiga de los soldados de la NASA. Es fascinante el talento que hay en España y lo poco que está reconocido".
Parece haber un problema educacional. ¿Por qué esa falta de interés, sobre todo en chicas, en las llamadas carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas?
"Los medios de comunicación, la televisión, las series, nos muestran una imagen del científico como rarito, con ropa sucia, arrugada, Asperger... Es genial que los medios, con sus programas y series sobre abogados, criminólogos o cocineros hayan propiciado que se desate la pasión de mucha gente por estas profesiones.
Por eso, ¿por qué no romper con los estereotipos del científico a la hora de fomentar el gusto por profesiones relacionadas con la tecnología? El caso de la serie 'Urgencias' de Estados Unidos es claro: fomento del gusto por la medicina. Cómo van a querer las niñas ser científicas si se da esa imagen de los científicos. Además, está el problema social de sentir que no hay alguien del mismo género trabajando junto a ti: hay casos de niñas que abandonan materias relacionadas con la ciencia porque son la única chica".
También es un problema político, pues parece que los políticos se centran más en la crispación y en los problemas que en impulsar el interés por la ciencia y las transformaciones tecnológicas y difundir nuestros logros.
"Lo que sé sin duda es que la solución es mediática.
Los medios deben ayudar a potenciar el gusto por la tecnología como elemento indispensable en nuestra vida, como algo que genera entretenimiento y que nos guiará en nuestra vida profesional y personal".
'La tecnología sin talento no va a ningún sitio'
Precisamente hacía hincapié en el ámbito político por el tema de las inversiones en ciencia, tecnología e innovación. ¿Habría que cambiar nuestro enfoque a la hora de la financiación de este tipo de proyectos?
"El problema principal es cómo se trata a los científicos. Los sueldos de los científicos no son todo lo justos que deberían ser, y también es cierto que sin talento, ninguna proyección científica podrá tener financiación. La tecnología sin talento no va a ningún sitio.
En cualquier caso yo conozco a científicos y científicas que no pueden pagar las extraescolares de sus hijos. Es una situación que sin duda tendría que cambiar".
Hablemos de los siguientes capítulos, con especial referencia a la Inteligencia Artificial.
"En el capítulo de medicina tratamos temas como la realidad aumentada, que permite ayudar al cerebro en rehabilitación, por ejemplo en personas con sillas de ruedas. Y, sobre todo, de Inteligencia Artificial, centrada en combatir el cáncer mediante una réplica virtual en la que se reproduce una lucha entre el cuerpo y el medicamento para prevenir si ese medicamento es positivo para el cuerpo. También hablamos de la representación de un cuerpo en un chip, reproduciendo en ese cuerpo un medicamento que, aunque tenga efectos beneficiosos en uno de nuestros órganos, pueda hacer daño a otro: así observamos la evolución de la enfermedad y su interactuación con los órganos.
¡Y todas esas cosas fuera de nuestro cuerpo, pero ayudándolo! Lo que es muy interesante también es la parte del proyecto del Ejército de los Estados Unidos de la descarga de los recuerdos en un chip".
'Los humanos tendremos que demostrar que seremos válidos en los aspectos en los que somos insustituibles'
¿Qué hay de cierto en la imagen estereotipada y catastrofista de los robots?
"En el capítulo de los robots hay ejemplos de la atención de los robots en residencias de ancianos, no como reemplazo de otras personas, sino como acompañantes. Me ha emocionado el testimonio entusiasta de una anciana de una residencia de Coimbra sobre el trato de un robot hacia ella. Y no es una residencia de frikis, es una residencia de Cáritas.
Por otro lado, un ingeniero español ha creado a Norman, la primera inteligencia artificial maligna del mundo. Esto muestra la necesidad de ser consciente de estos avances y el riesgo de no controlarlos".
¿Y sobre el miedo a que sean una amenaza para el empleo?
"En el capítulo de empleo hablamos de eso, de cómo evolucionan las tendencias. En una entrevista con Raúl Grijalba, presidente europeo de Manpower, él incide en su preocupación de que uno de cada cuatro empleos están vacantes en España porque no se encuentran los perfiles adecuados. El problema es que no nos estamos formando en lo que hace falta, no nos estamos reciclando. Un ejemplo de los cambios que vendrán en el mercado laboral lo ilustramos en Bruselas, en una entrevista laboral hecha por un coche con Inteligencia Artificial para Volvo. Eso nos sirve para ver que la primera entrevista podrá ser hecha por una inteligencia artificial, pero las siguientes tendrán que hacerlas los humanos, y ahí tendrás que demostrar tus cualidades humanas: empatía, humanidad, espíritu crítico; todo aquello que nos hace humanos y nos diferencia de los robots. Porque los robots harán bien su trabajo en función de sus cualidades, y nosotros el nuestro. Los humanos tendremos que demostrar que seremos válidos en los aspectos en los que somos insustituibles. Porque entre una persona que en su trabajo es agria con los demás y un robot, hay quien prefiere un robot. La cuestión será saber diferenciarnos".
Una bonita paradoja que hará que los humanos demos lo mejor de nosotros mismos en el trabajo. Llegados a este punto, ¿qué mensaje le transmites a los jóvenes?
"El futuro no es incierto, va a haber empleo. Empleos en todos los ámbitos, pero empleo digitalizado. Y hay que seguir estudiando, seguir formándose para aportar algo al mundo. La concienciación sobre diferentes temas, como el medioambiente, debe ir pareja al interés por el estudio y la adaptación a los cambios tecnológicos".