Ante el cáncer, para ganarle la partida resulta esencial evitar la metástasis o propagación a otros órganos. Por tanto, en los últimos años la investigación oncológica ha redoblado sus esfuerzos en la detección prematura, incluso antes de que la enfermedad haya comenzado a manifestar sus primeros síntomas. Las biopsias líquidas han sido empleadas hasta ahora por su resistencia a los falsos positivos. Sin embargo, no han llegado a explotar su potencialidad en esta detección temprana como consecuencia de dos factores: la sensibilidad de ciertos pacientes y la escasa presencia tumoral circulante en algunos tipos de cáncer.
Estas limitaciones se han visto superadas gracias a un nuevo test sanguíneo, capaz de detectar 8 tipos de cáncer, los 8 más recurrentes.
CancerSeek, una prueba de concepto
La revista científica Science se ha hecho eco recientemente del estudio llevado a cabo por la Universidad John Hopkins. Esta Investigación científica ha dado como resultado a CancerSeek, un nuevo análisis de sangre con una media de acierto en el diagnóstico temprano del cáncer del 70 % y con precio inferior al de una colonoscopia.
Dado que el ADN de ciertos tipos de cáncer (ovario, hígado, estómago, páncreas y esófago) es difícilmente detectable en el plasma sanguíneo en sus fases más tempranas, los investigadores del CancerSeek tomaron los 8 tipos de proteínas que permiten distinguir el plasma de una persona con cáncer del de una sana.
Concretamente, analizaron la sangre de 1.005 pacientes aquejados de los 8 tipos de cáncer más extendidos (colorrectal, ovario, hígado, estómago, esófago, páncreas, mama y pulmón) en un estadio no muy avanzado.
A diferencia de las biopsias líquidas que únicamente rastrean el ADN que las células tumorales liberan en el riego sanguíneo al morir, este nuevo test combina los marcadores genéticos con los proteicos.
De este modo, se obtiene una media de acierto del 70 %, donde el cáncer de ovario es el más fácilmente detectable con un 98 % y el de mama el que menos, con un 33 %.
Un test que sabe dónde se origina el cáncer
Otro de los grandes avances de este análisis sanguíneo es que a través de un algoritmo de aprendizaje automático, utiliza la información proveniente del perfil del ADN tumoral circulante, del género del paciente y de sus biomarcadores para obtener una media del 83 % de acierto en la localización del cáncer.
Dicho cálculo matemático escruta la información y reduce las posibles localizaciones del cáncer a 2.
Sin lugar a dudas, se trata de un punto de inflexión en la prevención y tratamiento del cáncer, especialmente cuando afecta al ovario, esófago, estómago, hígado o páncreas, ya que a día de hoy carecen de pruebas diagnósticas solventes. Como ves, lejos de constituir la panacea al cáncer representa un significativo hallazgo que está llamado a mejorar la calidad de vida de millones de personas en el mundo.