En la actualidad parece que estamos conformes con lo que dicen que es vivir bien. Sin embargo vivir en ciudades termina enfermando al cuerpo humano, lo que parece darnos una idea de cuál será la manera de vivir cuando entendamos la importancia de la interacción del humano con la naturaleza.

Factores que limitan la vida actual

Las casas deberían ser de materiales orgánicos intactos en la naturaleza y no manipulados por el hombre, como por ejemplo piedras o madera. Aunque parece una idea absurda, solo hay que pensar en la cantidad de personas que cada día contraen cáncer y otras que mueren a edad temprana.

El problema es que en estos tiempos el planeta sufre de una gran contaminación. Quizás una de las soluciones seria mudarse a lugares jamás habitados por los humanos.

Aunque este tema es solo de investigación lo cierto es que para que la raza humana no siga sufriendo tiene que cambiarse en 360 grados la Vida actual. Materiales como el plástico jamás debieron ser inventados y el combustible contaminante tampoco debería usarse. El tiempo mostrará con un rostro muy triste que el vivir en selvas de cemento daña la genética humana.

Vivir a orillas de un lago, en un bosque o en las montañas quizás hoy día presenta un riesgo. En la naturaleza hay virus y bacterias naturales que pueden ser perjudiciales a los humanos.

Igualmente hay animales que pueden causarnos la muerte. La distancia que se formó entre humano y naturaleza empezó cuando las personas abandonaron la vida rural. Cuando ocurrió la peste en Europa por ejemplo, la muerte no vino solo por el poco avance de la medicina. También hubo otros factores como por ejemplo, ciudades repletas de personas sin un sistema adecuado de higiene.

Qué cambiar para un futuro mejor

Para los que viven en las ciudades donde todos los días se enfrentan al humo de los vehículos y la comida poco nutritiva, la idea de vivir en un ambiente natural quizás no es atractiva porque lo primero en que pensamos es en que vamos a trabajar. Hemos escuchado de personas que trabajan la agricultura y la mayoría de los relatos concuerdan.

Personas explotadas, mal pagadas con trabajo forzado y casi inhumano.

Por supuesto para que los humanos vuelvan a vivir con la naturaleza tienen que pasar muchas cosas. Debe haber un antes y un después. Los países que tienen armas atómicas, los que contaminan al planeta y su economía empeora el cambio climático, los que botan basura donde no deben, los que arrojan desechos tóxicos a ríos y mares y todo el que no desea vivir, posiblemente no tendrá un lugar en esa nueva vida.