La fecha del 21 de diciembre marca el final del otoño y el comienzo del invierno en el hemisferio norte. Ese día tiene lugar el solsticio de invierno, cuando la noche alcanza su máxima duración y se puede ver al sol en su punto más bajo sobre el horizonte. A partir de esta fecha el sol comienza otra vez a elevarse, los días comienzan a extenderse y las noches a acortarse.
El solsticio de invierno coincide hoy con la celebración de la navidad. Pero en la antigüedad también otras civilizaciones percibieron el cambio del ciclo solar, que para ellos significaba el final de la oscuridad invernal.
Vieron en ello el renacimiento del sol, la máxima divinidad, y para rendirle culto erigieron monumentos y estructuras megalíticas.
Muchas de esas construcciones han sobrevivido hasta nuestros días y siguen saludando al astro rey, que cada 21 de diciembre vuelve a renacer.
1. Stonehenge (Inglaterra)
Sin duda uno de los emplazamientos arqueológicos más famosos del planeta, se trata de un conjunto de piedras de gran tamaño dispuestas en círculos en el sur de Inglaterra, cerca de Salesbury. Los megalitos fueron colocados en varias fases, en fechas comprendidas entre los años 3000 A.C. y 2000 A.C. Se cree que Stonehenge pudo ser un lugar de enterramiento.
Cuando el sol se pone en el solsticio de invierno, sus rayos se alinean con las piedras del altar central y la roca de los sacrificios.
Los expertos creen que todo el tempo circundante se erigió para albergar ese fenómeno, al que sus constructores atribuyeron gran importancia espiritual. Cientos de turistas se congregan cada año para contemplarlo.
2. Newgrange (Irlanda)
El monumento de Newgrange se encuentra al noreste de Irlanda, y fue erigido alrededor de 3200 A.C.
Se trata de un monte que contiene en su interior una red de túneles y corredores. Durante la salida del sol en el solsticio de invierno los rayos se introducen por las cámaras principales de ese entramado que, se cree, fue construido para celebrar este día tan especial.
3. Maeshowe, Escocia
Situada en Orkney, Escocia, Maeshowe es también una colina con pasadizos en su interior, que se iluminan durante el solsticio de invierno.
Fue construida alrededor del año 2800 A.C.
4. Círculo de Goseck (Alemania)
Se conoce como círculo de Goseck a un conjunto de anillos concéntricos excavados en tierra, ubicados en Sajonia-Anhalt (Alemania). Fueron creados alrededor de 4900 A.C., y permanecieron olvidados y tapados por los campos de trigo hasta que un reconocimiento aéreo los redescubrió en la década de los noventa. Los restos arqueológicos sugieren que el sitio se utilizó para ceremonias religiosas, incluyendo sacrificios.El anillo más exterior tiene dos puertas alineadas con los puntos por donde sale y se pone el sol durante el solsticio de invierno.
5. Tulum (México)
Tulum es una antigua ciudad maya amurallada situada en la Península de Yucatán, en la costa oriental de México.
Se despobló a partir del siglo XVI, cuando las nuevas enfermedades llevadas por los conquistadores españoles contribuyeron a diezmar la población mejicana. Entre los edificios de piedra que se han preservado, uno contiene un agujero en el techo. Cuando el sol sale el día del solsticio de invierno (y también el de verano), los rayos se introducen por ese agujero y se produce el efecto de una explosión de luz.