El científico francés, Marc Henry, trabaja con el premio Nobel de Medicina en 2008, Luc Montagnier, en la investigación de las ultradiluciones, que son el método de elaboración de un remedio homeopático.
Henry señala que la física cuántica aporta una justificación al funcionamiento de los medicamentos homeopáticos. Esta es la conclusión a la que ha llegado tras las labores de investigación que está realizando en la Universidad de Estrasburgo desde el año 2009.
El químico y físico señala que “la física cuántica es una ciencia que muy poca gente entiende, porque se considera una ciencia compleja”, pero que puede desentrañar el mecanismo de los medicamentos utilizados en homeopatía.
Comenzó su investigación en el año 2009 para comprobar si realmente “la homeopatía no tenía ningún fundamento y era solo agua azucarada”.
Partió de la base de que “lo que hubiera tenía que ser algo inmaterial” y empezó a trabajar con la premisa de que los medicamentos homeopáticos cuentan con campos electromagnéticos que transmiten información.
El profesor de química y física cuántica en la Universidad de Estrasburgo señala que en este punto se produce “la ruptura con el resto de medicinas”, ya que” esto eso choca frontalmente con toda esa gente que solo entiende la medicina como una serie de dogmas y con una visión de paradigmas establecidos”.
Henry considera que la aceptación de que existe información y cambios electromagnéticos en el proceso de elaboración de un medicamento homeopático, conduce a que sea “fácil de entender” el funcionamiento de la homeopatía.
El científico asegura que “al final es como tomar un posicionamiento. O bien simplemente aceptas que todo es material, o bien estás abierto a que además de materia haya otras cosas. Y como si que hay evidencias que muestran que somos algo más que materia, la homeopatía actúa precisamente sobre esa parte”.
Henry argumenta que “cuando llega algo nuevo tienes que desaprender en parte para dejar paso a lo nuevo que está llegando y en este proceso mucha gente tiene dificultades, en desaprender para aceptar algo nuevo”.
De esta manera se defiende de las críticas que tanto él como Montagnier reciben de una parte de la comunidad científica por las investigaciones que están realizando en Francia y en Italia sobre el
“Es verdad que estos conocimientos se oponen de lleno a gente que tiene muchos conocimientos en el entorno universitario y en el entorno médico. Esta nueva manera de ver y entender las cosas exige mucho desaprendizaje”, apunta el científico.