El amor es uno de los sentimientos más misteriosos de todos los siglos. Una de las dudas que quiso aclarar la bióloga Cara Wall-Scheffler es si el ser humano modifica su forma de andar al estar enamorado. La conclusión a la que llegó tras el estudio es que sí se cambia la manera de andar,caminando más despacio para poder seguir el ritmo de la persona que se ama. Veamos con más detalle en qué consiste el estudio.
El estudio que llevó a cabo la bióloga Cara Wall-Scheffler de la Universidad de Seattle Pacific junto con un estudiante llamado Janelle Wagnild confirma cómo los hombres van más despacio cuando están al lado de alguien que aman y que no lo hacen si van al lado de una conocida, familiar o alguien a la que sólo consideran amiga.
El estudio en cuestión fue publicado en la revista científica PLoS ONE y se centró sobretodo en los andares de los hombres. El ser humano tiende a caminar de forma que se reduce el consumo de energía por cada paso que se da. Por eso cada persona anda de forma distinta a otra ya que depende de la largueza de sus piernas y de la masa corporal que tenga, a parte de diferenciar entre hombre y Mujer.
En dicho estudio se tuvo en cuenta todos estos factores observando las distintas longitudes, masas corporales y sexos de las personas que participaron en la investigación. También se observó lo que ocurría cuando hacían paseos solo, junto a otro hombre o al lado de una mujer, amiga o pareja. Incluso diferenciaron entre paseos uno al lado de otro y otros cogidos de la mano. Cada 100 metros que recorrían de una pista que se montó para realizar el estudio se anotaban todos los datos.
Después de ver todos los paseos llegaron a la conclusión de que los hombres andan más rápidos que las mujeres, que van a un ritmo similar si van al lado de otro hombre y que cuando lo hacen al lado de la persona que aman (su pareja), reducen su ritmo hasta un 7% para adaptarlo al de su ser amado.
Así pues, cuando un hombre ama a una mujer, es muy probable que adapte su paso al de su pareja sentimental. Y otra conclusión a la que se llega es que el hombre, al cambiar su forma de andar, gasta más energía que la mujer cuando realiza un paseo junto a su amada.