Eso es lo que parecen haber descubierto los investigadores de la Universidad de Exeter al analizar la procedencia de la arena de una de las islas de Maldivas en un estudio realizado recientemente. Concretamente, los científicos han analizado las arenas de la isla de Vakkaru, situada en el atolón Baa y que pertenece a este archipiélago del océano Índico.

Se sabía anteriormente que las heces de los peces forman parte de las arenas de las playas, pero no se sabía en que grado exactamente, en especial en las islas formadas gracias a arrecifes de coral (habitualmente sobre antiguos volcanes).

Para que este tipo de islas puedan mantenerse sobre el nivel del mar debe existir una producción de sedimentos superior a la erosión. Esta producción de arena se produce principalmente en la parte exterior del arrecife. El estudio de la Universidad de Exeter refleja que el 85% de la arena nueva que se produce en la parte exterior del arrecife de coral de la isla de Vakkaru procede de las heces del pez loro. Y es que estos peces comen los pólipos del coral y la parte que no les es útil la excretan en forma de granos de arena.

Esto pone a este tipo de peces, los peces loro, como una especie muy importante en los arrecifes y una especie a la que proteger por el propio bien de estos ecosistemas.

Los autores del estudio resaltan la importancia de los peces loro, no sólo por este descubrimiento, sino también porque ayudan a regular el número de algas en los arrecifes y benefician la aparición de nuevos corales.

El estudio realizado en la isla de Vakkaru, en las Maldivas, y que se ha publicado en la revista Geology también apunta a que el 10% de la producción de arena en la zona exterior del arrecife es debido a un tipo de alga, Halimeda.

Así, la protección del pez loro se alza como muy importante para la preservación de los arrecifes de coral y de las islas de este tipo en un planeta donde el nivel del mar aumenta lento pero inexorable debido al calentamiento global. Un calentamiento generado por la acción humana.