Se sabe que la velocidad del sonido no depende de la intensidad y la frecuencia, pero está relacionada con las condiciones del medio (viento, temperatura y humedad). La velocidad del sonido se en el aire a 0 ºC es de 331 metros por segundo, y mediante una sencilla fórmula se puede calcular a otras temperaturas, por ejemplo a temperatura ambiente (20 °C), es de aproximadamente 343 m/s.
Las medidas experimentales en la velocidad del sonido comenzaron hacia el siglo XVII. Los primeros intentos medían el tiempo transcurrido entre la aparición de la luz debido a una explosión y la percepción del sonido que originaba.
Hoy en día, no hay necesidad de utilizar largas distancias para medir la velocidad de sonido en el aire. Uno de los experimentos acústicos más tradicionales utiliza un tubo cerrado y un diapasón. La velocidad del sonido se mide mediante la detección de los nodos de los armónicos de las ondas de sonido en un tubo.
Sin embargo, el uso de diapasones implica algunas restricciones. En primer lugar, es difícil detectar los nodos después de golpear el diapasón debido a la atenuación de las ondas de sonido en un intervalo de tiempo muy pequeño. En segundo lugar, existe una limitación en la producción de las frecuencias de sonido deseadas, mediante diapasones. Otro método consiste en utilizar osciloscopios y micrófonos, pero a veces puede ser difícil encontrar estos dispositivos.
A Yavuz, profesor de la Facultad de Educación de la universidad de Nigde, en Turquía ha presentado un experimento simple y barato para medir la velocidad del sonido en el aire usando teléfonos inteligentes. El material necesario para el experimento consta de: un teléfono smartphone (con una aplicación informática de generación de señales); un tubo de vidrio o plástico, abierto en los extremos; bandas de goma; regla métrica; y una garrafa llena de agua (vale un envase de agua embotellada de 5 litros).
Un extremo del tubo se sumerge en agua, y la fuente de sonido (teléfono) se mantiene con la mano sobre el extremo abierto del tubo de vidrio.El sonido se produce mediante una aplicación, por ejemplo "Function generator" en el teléfono. Para evitar cálculos incorrectos, la frecuencia del sonido producido a través de la aplicación del teléfono, se puede controlar utilizando otra aplicación para teléfonos y tabletas, SpectrumView.
Este programa muestra un espectrograma con la que la intensidad del sonido y la frecuencia pueden medirse visualmente en la pantalla del dispositivo móvil.
Cuando el tubo de vidrio se desplaza hacia arriba y abajo en el agua, en ciertos puntos (los nodos de las ondas de sonido) se escucha un sonido intenso. La distancia entre la parte superior del tubo de vidrio y el primer punto marcado es el primer cuarto de onda. Los nodos consecutivos corresponden a los múltiplos impares de cuartos de longitudes de onda. La velocidad del sonido se calcula a partir de la expresión velocidad = longitud de onda multiplicada por la frecuencia. En el experimento con frecuencias de sonido de hasta 2000 hercios, se lograron resultado muy próximos a los reales.