La gala final de “Gran Hermano Revolution” ha sido la menos vista, un 15% de share lo cual no nos sorprende ya que hace mucho que los más acérrimos seguidores habían dejado de seguir las peripecias de los ocupantes de la casa, probablemente también el peor casting de la historia y la prueba de ello es que el ganador lo ha sido sin pena ni gloria.

En el plató el ambiente era gélido y eso traspasaba la pantalla. Pretendían que este GH durase todo el 2018. Ser los primeros en conseguir la "hazaña" y en cambio ha sido la edición más corta y si nos atenemos a los seguidores en redes sociales, ha durado incluso demasiado.

Le queda además el baldón de una supuesta agresión sexual no demostrada y por la que el concursante puesto en solfa amenaza a partir de ahora con demandas millonarias a la productora y a la cadena, que con la que les está cayendo es otro escollo más en un final de año teñido de incertidumbre.

Jorge Javier Vázquez entona el mea culpa

No hay mejor que defensa que un buen ataque, tal vez por eso Jorge Javier Vázquez se ha flagelado públicamente declarando que gran parte del fiasco es culpa suya, con lo que ha conseguido que muchos de sus haters lo hayan compadecido e incluso ahora le den palabras de ánimo. Cómo diría Doña Rogelia “Que listo es el jodío”.

Pero a pesar de su estrategia, no podemos obviar que en lo acontecido tiene naturalmente su cuota de participación.

El formato se le ha resistido este año casi tanto como el anterior y lo sabe, por eso es más sangrante que afirme que si lo volviesen a llamar como presentador diría que sí. Lástima, porque es sabido que: "Más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida".

No es más que una huida hacia adelante, primero porque sabe que en febrero todo puede cambiar, segundo porque este ha sido uno de sus años más complicados a nivel profesional y tercero porque este nuevo borrón en su carrera lo deja a los pies de los caballos televisivamente hablando y eso también lo sabe.

Siguen jugando al despiste

Telecinco se empeña en crear falsas expectativas, por eso el súper con su característica voz distorsionada cerraba el evento con un: "Este año, la luz de Gran Hermano no se apaga". ¿Seguro? Pues que vayan preparando dinerito para pagar la factura de la luz que será millonaria, porque sabemos de buena fuente que piensan dejarlo en dique seco seguramente unas dos temporadas, hasta que la decepción y la rabia de los fans amainen.

Y eso, claro está, si la francesa Vivendi no desembarca en Telecinco y lo vuelve todo del revés. Los cambios cada vez más cerca.

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