Nuestros lectores más fieles ya lo saben. La principal diferencia entre el Sábado Deluxe y Sálvame radica, más allá de los cambios de formato y de día de emisión, en el presupuesto del programa. Algo que implica ya no solo que los anunciantes casi pagan el triple por cada anuncio en relación al programa vespertino, sino que los colaboradores viven lo mismo en sus salarios y ya ni hablamos de los invitados.

Tanto que se ha llegado a hablar de "Belenazos" que podrían haber costado más de 80.000 euros, según han firmado varias fuentes, y tal y como se comenta en los mentideros que tratan sobre la crónica social patria.

Una fiesta a la que, obviamente, no quería faltar uno de sus protagonistas más insignes de la última década en Sálvame, el tertuliano Kiko Matamoros.

Sin duda, el protagonista indiscutible de la semana después de que tanto este como el programa anunciaran con carácter oficial que Kiko abandonaba el programa al sentirse "cansado" y después de haberse quedado solo en un programa en el que sus compañeros hace tiempo son sus enemigos y donde su familia ha venido siendo tan protagonista como víctima de distintos ataques, incluyendo la última batalla judicial que todavía deben dirimir su mujer Makoke y su ya ex colega Mila Ximénez.

Con muchas dudas sobre los verdaderos porqués de su retirada por la puerta de atrás y repentina como pocas, con la sombra de que una herencia

de nada menos que de 20 millones de euros ha caído en su casa a través de su mujer, y con muchos proyectos en la sombra que este estaba esperando retomar una vez se alejase de la pequeña pantalla, no son pocos los interrogantes a los que este deberá enfrentarse en su último adiós mediático.

Matamoros se retira dando un último "golpe" en el Deluxe

Con esto y con todo, lo que parece claro es que Kiko Matamoros, con más ganas de despedirse para siempre de la "caja tonta" que pocos tertulianos, está deseoso de pegar un último "atraco", como se denomina en el argot periodístico, antes de iniciar una nueva vida alejada -en la medida de lo que cabe- de la crónica social.

Y es que eso no parece precisamente fácil cuando él, su mujer y sus cuatro hijos están constantemente produciendo noticias de todo tipo tanto en las revistas del papel cuché como en las redes sociales. Hablar de Matamoros es, ya, hacerlo de un clan que no deja de interesar a los amantes del "colorín". Veremos cuánto le dura la retirada... y qué cuenta esta noche.