Todos sabemos que Antonio Banderas es un hombre de costumbres, imagen del verano ya que cada periodo estival repite el circuito recalando en Marbella ya que ahí es donde tiene su casa y dónde se reúne con toda su familia, sus amigos de toda la vida y nuevos conocidos, siendo allí también donde celebró su cumpleaños.

La fecha más señalada dentro de su calendario ha sido la gala solidaria Starlite en dónde se comprometió hace 9 años y no ha dejado de asistir a ninguna de sus ediciones. Durante los primeros años acudía con Melanie Griffith su expareja y hoy día con Nicole Kimpel asegurando que no se va a casar con ella ya que según él no lo necesitan y están felices.

Tras el susto que le dio el infarto sufrido hace un año, ha dejado claro que no va a pasar por el quirófano ya que los cardiólogos que lo tratan le han aconsejado que por el momento no es necesario.

En su próximo proyecto hay dos películas en su andadura como actor y continuar con su línea de ropa ya que la moda ha sido el otro camino que ha elegido Banderas, respecto a la restauración del Teatro de Málaga en el que quiso involucrarse para crear trabajo. Aseguró que no quiere dinero que provenga de esa Administración ya que a su parecer está envenenado.

En la entrevista realizada en Starlite se le preguntó qué iba a pasar con el proyecto del Centro Cultural y del teatro a lo que tajantemente respondió que cuando se iba se iba y que no quería ni un euro público ya que estaba envenenado y que lo iba a hacer de forma privada ya que lo que no podía consentir era que habiendo invertido una suma de dinero tan grande, a cambio recibiese una patada en el trasero, que él simplemente quería trabajar y al mismo tiempo crear puestos de trabajo pero los políticos no lo han visto de la misma forma.

Continuó afirmando que no se iba a ir de Málaga nunca, que el proyecto que quería hacer valía la pena y que por supuesto se iba a llevar a cabo pero en el ámbito privado ya que lo que no quiere es trabajar con un dedo apuntando su espalda y que cada vez que mueva algo lo acusen de llevarse el dinero público.

Y que aunque pudiera parecer lo contrario se sentía querido en su tierra ya que es malagueño de nacimiento y también una persona muy afortunada que lo único que no quería era estar en un ambiente que no era de su agrado.

Seguir apoyando su labor en la gala Starlite para él supone una obligación moral por ser una gran manera para recaudar dinero para su Fundación Lágrimas y Favores, gracias a la que algunos jóvenes han podido estudiar a través de las becas otorgadas. Por ello el actor ha recibido cartas muy emotivas de agradecimiento de gente que ha tenido la vida más fácil gracias a este tipo de actos.