El formato de Gran Hermano sigue siendo el mismo que otros años, sin embargo, hay algo que ha cambiado y que no viene demasiado bien a los presentadores. Si hace dos años nos llegó la información de que Mercedes Milá abandonaba la presentación del programa que más famosa la hizo de la televisión y en el que más tiempo duró, exactamente 17 años, ahora no soporta ni siquiera los comentarios de Twitter de su productora.

Al parecer, los datos de audiencia del programa han pegado un bajón que está siendo bastante difícil de elevar. Y sobre todo, porque cada día de la semana hay un nuevo presentador y la audiencia está un poco mareada.

Primero, Jorge Javier Vázquez, al poco, y debido a que la audiencia era pésima, se puso al frente Jordi González y en los debates Sandra Barneda, con una vara, por si alguno se sale del tiesto.

En definitiva, lo que está ocurriendo en Gran Hermano es una decepción muy grande. No se sabe si la culpa es la marcha de Mercedes Milá, del casting o de los concursantes que participan en el reality. En cualquier caso, Mercedes Milá abandonó el programa porque según la presentadora ya no es lo que era y la audiencia es la que manda, por lo que parece que Milá habría decidido su abandono en virtud de los datos de la audiencia. Y no es de extrañar, pues desde que ella lo dejó, el programa no levanta cabeza.

Sin embargo, de lo que no se habla tanto es de la cantidad económica que cobran sus presentadores. Pues los números exactos no los sabemos, pero sí sabemos que Mercedes Milá cobraba mucho más de lo que están cobrando los actuales presentadores. Y no se sabe si es una medida de la productora para poder soportar los bajos datos de audiencia o es que estos presentadores tienen un menor caché.

En definitiva, a Gran Hermano sólo le quedaría renovarse, aunque el problema no son precisamente sus presentadores, sino el casting tan arduo y fuera de lugar que tienen que pasar para introducir tales muermos en una casa, tendremos el aburrimiento asegurado y finalmente cambiaremos de canal.