Qué es la Historia

Cuando hablamos de Historia hablamos de una ciencia. Muchos nunca habríais pensado que estaría bajo este término ya que en la actualidad se dividen las ramas de conocimiento en Humanidades (o Letras) y en las Ciencias como si fuesen solo ellas. Sin embargo, la Historia también lo es. La ciencia es una sistema de conocimiento -no una rama específica de conocimientos- que se dedica a estudiar, investigar e interpretar tanto fenómenos naturales, como sociales y artificiales. Esto quiere decir que la ciencia se aplica a muchas disciplinas y entre ellas se encuentra la Historia.

Dicho esto, la historia es la ciencia encargada de estudiar el pasado de la humanidad (un objetivo muy amplio) por lo que en ella entran las religiones que construyen gran parte de nuestro pasado y son una fuente documental esencial. La Biblia, aunque sigue en práctica hoy en día es un documento expuesto al estudio y la investigación. Precisamente, el inicio de la escritura es un punto muy importante en la Historia.

¿Puede ser un tema histórico objeto de debate?

¡Sí! Mirad, la historia puede enfocarse de muchas maneras distintas pero es muy normal que esta sea vista como una narración de sucesos que pueden ser más o menos realistas o pueden estar basados en hechos imaginarios o incluso mentiras.

Sin embargo, todo sirve como material de estudio para la investigación. Aunque su propósito pueda ser engañar, o simplemente el placer estético. Es nuestro objetivo desgranarlo e investigarlo.

No obstante, también se puede enfocar la historia desde un punto más científico donde se tratan de recopilar hechos y procesos que ocurrieron en el pasado y entonces desmenuzarlos mediante la interpretación bajo las normas científicas basadas en la objetividad.

Esto quiere decir que no es interpretar por interpretar y decir lo que a uno le apetezca, sino que han de ser profesionales de la materia que realicen ciertas interpretaciones basadas en el conocimiento que tienen sobre el tema a tratar.

No se tiene por qué dar un flechazo certero. Es decir, no se tiene por qué dar con un resultado favorable a la primera, sino que un tema que está bajo investigación puede ser tema de debate entre especialistas hasta llegar a un resultado o incluso puede no llegarse a nada salvo diversas hipótesis.

La biblia como método de estudio

Habiendo aclarado lo anterior, la Biblia por supuesto que es una fuente de estudio para los historiadores, historiadores del arte, filólogos etc. También existe la crítica bíblica, que se basa en el estudio y la investigación de las escrituras que tienen como objetivo comprender estos escritos. Los ven como un escrito realizado por humanos y de ahí surgen preguntas como cuándo se originan y dónde.

A esto le siguen todo tipo de preguntas como: el por qué, para quién, bajo qué coyuntura, con qué influencias se han podido escribir y qué posibles fuentes se han podido utilizar para la elaboración de los mismos además de qué mensaje se pretende transmitir.

También se estudian las palabras y su significado, además de la forma en la que se utilizan, su perpetuación, su historia y honradez.

Es por eso que como comentaba antes, se necesitan profesionales de muchos campos -arqueología, antropología, folclore, lingüística, tradiciones orales evangélicas, historia y teología- para investigarla. En conclusión: La Biblia es una fuente escrita de estudio e investigación.