El'dieselgate' sigue trayendo cola.La fiscalíade Brunswick(Alemania)ha ordenado registrar este jueves la sede central del Grupo Volkswagen en Wolfsburgo en busca de documentos relacionados con la manipulación de emisiones contaminantes.

La policía haaccedido alas dependencias de la firmateutona paraconfiscardocumentos y soportes informáticos que puedan estar relacionados con el escándalo. Según haseñaladola fiscalía de Brunswick en un posterior comunicado, se han requisado documentos y ordenadores"con información sobre el detalle de las operaciones de la compañía automovilística y la identidad de los trabajadores implicados" en los presuntos hechos delictivosque están siendo investigados por las autoridades.

Tras recibir variasdenuncias, se han abierto diligencias para investigar un presunto fraude por el trucaje de los motores diésel de varios modelos del grupo Volkswagen. Dichos registros han sido dirigidos por tres oficinas de la fiscalía con el apoyo de las fuerzas de seguridad alemanas. El escándalo, destapado inicialmente en Estados Unidos de la mano de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) el pasado 18 de septiembre y dado a conocer inmediatamente al resto del mundo, hizo que el entoncespresidente del Grupo Volkswagen, Martin Winterkorn, presentara su inminente dimisión. A pesar de que las diligencias se centraran inicialmente en Winterkorn, posteriormente se ha descubierto que se trata de una investigación que incluye a más personas.

Se estima que en todo el mundo hay once millones de Coches de Volkswagenequipados con el software que permitió de forma ilegal ocultar el nivel real de las emisiones de óxidos de nitrógeno durante las pruebas en el laboratorio.La gran mayoría se encontraría en paísesde la Unión Europea.

El presidente del Grupo Volkswagen de Estados Unidos, Michael Horn, ha comparecidode manera voluntariaen la Cámara de Representantes esta tarde.

Los principales responsables de la marca alemana admiten que ya hacía tiempo quetenían constancia de las manipulaciones, en concretodesde la primavera del año pasado, mucho antes de lo que se declaróinicialmente. Horn hareconocido su desconocimiento acerca del funcionamiento del software instalado en los motores pero ha aseguradoque el Grupo Volkswagen reparará los vehículos afectados, además de estar dispuesto a aceptar las consecuencias de sus actos.