Desde hace unos años, los japoneses vienen soñando con crear un elevador espacial y cada día, al parecer, están más cerca de hacerlo realidad. De hecho, hace 4 años, la corporación japonesa Obayashi anunció que desarrollaría un ascensor espacial para el año 2050. Y para este mes de septiembre se tienen planeados los primeros ensayos en la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en Inglés).
La primera prueba
El pasado 10 de septiembre, se tenían previstas las primera pruebas de este experimento, como parte de la construcción de este primer ascensor espacial por parte de los científicos japoneses.
El lanzamiento sería desde el Centro Espacial Tanegashima, en Japón, a las 22.32 horas GMT, sin embargo, dados los eventos naturales que han afectado a la nación nipona estos últimos meses, y la alerta de tifón, fue pospuesto. Según se informó hasta este viernes.
Para este primer experimento, la nave espacial japonesa HTV-7 tendrá dos satélites que fueron fabricados por científicos de la Universidad de Shizuoka en conjunto con la corporación Obayashi. Ambos satélites serán lanzados juntos, a órbita hasta la Estación Espacial Internacional que se encuentra a 400 km de altura, para luego separarse, y desenrollar progresivamente un cable metálico que tiene 10 metros de longitud. A través de dicho cable, se movilizará un elevador en miniatura, mientras que el procedimiento será grabado por unas cámaras que se han instalado en los satélites.
De ser exitosa la misión, sería el primer avance para intentar crear un elevador espacial de carga.
Obayashi ha señalado que la estructura tendrá una especie de "taxis" robóticos cuyos motores permitirán recorrer la altitud de plataforma espacial en una semana. La altitud de este sistema será de unos 96 mil km. De igual modo afirma que este proyecto permitirá disminuir en forma importante el costo del transporte de carga al espacio.
Adicionalmente, los viajes al espacio pueden llegar a ser populares, más adelante.
Fue inspirado en la Torre Eiffel
Este sistema, que tiene un costo estimado en casi 8.000 millones de euros, sería el primer experimento de este tipo en el espacio, aunque no es el primer proyecto similar por parte de los científicos nipones. Particularmente este proyecto está inspirado en la Torre Eiffel, desde 1895 cuando el científico ruso Konstantin Tsiolkovsky, ante la estructura de este monumento de París, pensó que podría utilizarse algo similar para subir objetos al espacio.
Una vez culminado, los científicos esperan que el ascensor pueda ser capaz de transportar al menos unas 30 personas en el interior de un contenedor ovalado que recorrerá el trayecto a una velocidad de 200 km/h. Dicho contenedor, será impulsado a través del cable por un motor eléctrico. Se estima que el proyecto culmine en el año 2050.