El gobierno del presidente Donald Trump sigue atacando a las empresas tecnológicas chinas. Los empleados del gobierno de EE.UU., las agencias públicas e incluso los proveedores no tendrán dispositivos Huawei y ZTE.
Al promulgar la Ley de Autorización de Defensa, Donald Trump prohibió el uso de la mayoría de los equipos de estos dos fabricantes chinos. De hecho, esta ley prohíbe el uso de dispositivos y equipos utilizados para ver o difundir los datos del usuario.
Esto afecta a los teléfonos inteligentes y enrutadores de Huawei y ZTE (y un gran número de otros constructores chinos menos conocidos); sin embargo, los clientes del gobierno de EE.UU.
aún pueden usar componentes que no explotan los datos de los usuarios. Aunque en realidad son muy pocos dispositivos.
Lo que la ley dice
Es en el turno de la sección 889 de esta gran ley de defensa, en relación con la telecomunicación y la videovigilancia, que ZTE, Huawei y sus filiales se mencionan directamente. La ley prohíbe a los directores de agencias gubernamentales firmar o renovar un contrato para obtener material de estas compañías. También se les prohíbe ponerse en contacto con compañías externas que utilicen material de estas empresas en puntos clave de su estructura. Finalmente, esta ley establece como prioridad otorgar presupuestos a las empresas que tienen que modificar sus equipos como resultado de estas nuevas prohibiciones.
Una cuestión de seguridad nacional
Esta prohibición es el resultado de años de debate y controversia sobre la seguridad nacional de los EE.UU. Históricamente, ZTE no lo ha hecho tan mal, el Senado de los EE. UU. Votó por una medida que prohíbe rotundamente que la empresa trabaje con fabricantes estadounidenses, lo que habría excluido del camino los componentes esenciales para sus productos (los teléfonos inteligentes ZTE usan procesadores Qualcomm, por ejemplo).
En esta hipótesis, ZTE no podría haber durado mucho tiempo. El presidente de EE.UU. participó personalmente, por lo que el grupo podría seguir utilizando los componentes electrónicos de EE.UU. Por lo tanto, la Cámara de Representantes revisó el proyecto de ley para permitir que ZTE sobreviva, un texto que finalmente fue aceptado por el Senado.
Como recordatorio, Inglaterra también ha expresado su desconfianza con respecto a Huawei, mientras que Francia ha montado un Proyecto Cerberus, revelado por Challenges, para monitorear a los chinos. En otras palabras, esta nueva decisión estadounidense contra la empresa, además de ZTE, no es sorprendente. Las agencias del gobierno de los EE.UU. Simplemente tienen prohibido usar equipos de ambos fabricantes. Una forma para que Estados Unidos limite el espionaje que el gobierno considera víctima de las autoridades chinas.