En el año 1994 una compañía llamada “Mosanto” lideró un proyecto que tuvo como idea principal producir un plástico que fuera mucho más flexible que el ya conocido, haciendo uso de la planta de maíz. Esto se llevó a cabo por medio de las herramientas que ha ofrecido la ingeniería genética, y los investigadores se basaron en estudiar minuciosamente un gen aislado de una bacteria que se conoce como “Ralstonia eutropha” a través de la cual es posible generar plástico.

Actualmente, el estudio para producir plástico a partir de maíz se está llevando a cabo en la Universidad Portuguesa de Aveiro, donde tienen como propósito la elaboración específicamente de envases plásticos, haciendo uso de los polímeros extraídos de los azúcares de la planta de maíz.

A partir de dicha investigación, han abordado distintas teorías para constatar si sería óptimo elaborar plástico por medio de la planta de maíz. Así, han encontrado que no es biodegradable del todo, pero que igualmente sus características y propiedades son sostenibles y aceptadas por el medio ambiente, sin generar ningún daño severo al mismo ni mucho menos a las personas que hagan uso de este plástico. Además, Andreia Sousa, una ingeniera química portuguesa, explicó que las propiedades de la planta de maíz proporcionan mayor vida útil a este material.

Pero ¿por qué específicamente la planta de maíz para fabricar plástico?

Luego de realizar diferentes estudios y experimentos, se ha concluido que a través del maíz se puede obtener un plástico de alta calidad específicamente para utensilios como l: envases, vasos, platos plásticos y que luego de diferentes procesos, tendrían la característica de ser similares a productos biodegradables.

En este sentido, lo que posibilita dicha capacidad de la planta de maíz, es especialmente su polímero almacenado y producido en las hojas y en el tallo, tratándose de un maíz transgénico.

Otra de las ventajas que gestiona el uso del maíz para la fabricación de plástico, es que su proceso industrial es mucho más ecológico que al proceso usual a partir del petróleo.

También es un proceso que disipa menos energía.

Las desventajas del uso del maíz para elaborar plástico

Como no todo puede ser perfecto, este proceso también genera desventajas. La principal de ellas, es que durante el proceso de extracción y purificación del polímero de esta planta, se usan cantidades exorbitantes de solventes químicos; uno de ellos es la acetona, y también hidrocarburos que son reutilizados; lo cual no es del todo bueno para la salud.

Pero a pesar de ello, durante su proceso de fabricación, se ha buscado solucionar este perjuicio utilizando un mecanismo que no requiera combustibles para sacar el PHA de la planta de maíz.

De esta forma, el mecanismo más sano consiste en usar la materia vegetal sobrante de todas las cosechas y con ello, obtener gas o vapor, que propague electricidad para agilizar el proceso de extracción.

Finalmente, se conoce que esta estrategia para elaborar plástico por medio del maíz no esta tan lejos de ser usada, ya que en tanto en Europa como en Estados Unidos, se implementan cada vez más nuevos proyectos para fabricar plástico de una forma más biodegradable a la tradicional.