Fuchsia hasta ahora no es un sistema comercial, por el momento es un sistema experimental que un grupo de ingenieros intentan hacerlo posible. Según Bloomberg, se dice que el sistema operativo podría reemplazar Android y Chrome OS en 5 años. Esta no es la posición oficial de los líderes de Google, sino la convicción del equipo movilizado en el proyecto que todavía cuenta hoy con cien ingenieros.

En cinco años en los teléfonos inteligentes

La estrategia de este grupo de ingenieros sería implementar el sistema operativo dentro de tres años en dispositivos conectados, como los altavoces de voz de Google Home, y luego abordar en cinco años equipos más ambiciosos como ordenadores portátiles y teléfonos inteligentes, también el reloj o el panel táctil.

El objetivo final es implementar un sistema operativo unificado que se ejecute en todos los dispositivos de Google.

Fuchsia representa la oportunidad de comenzar desde cero, con un sistema operativo que no se basa en el kernel de código abierto de Linux, sino en su propio kernel. No solo solucionaría muchos problemas de actualización y seguridad, sino que pondría fin al conflicto con Oracle, que culpa a Google por usar ilegalmente el código Java para desarrollar Android.

Fuchsia, por otro lado, ya ha creado tensiones internas, y el equipo comercial teme que el mayor grado de confidencialidad del usuario dificulte la capacidad de dirigirse a ellos en función de su ubicación y actividad.

Un horario complicado para mantener

Desde la publicación del artículo de Bloomberg, Google ha multiplicado las declaraciones en los medios de comunicación de los Estados Unidos para rechazar esta idea de plan a lo largo de cinco años, y afirma que no existe una hoja de ruta para Fuchsia que siga siendo un proyecto entre otros.

Android ahora está firmemente establecido e instalado en 3/4 de los teléfonos inteligentes en el mundo.

Fabricantes como Samsung, Huawei, LG o Motorola tendrán que convencerse de que deben invertir tiempo y dinero para que el hardware y el software sean compatibles con la nueva plataforma, pero también todos los desarrolladores de aplicaciones móviles.

Al mismo tiempo, Google podrá ofrecer un nuevo catálogo de aplicaciones nativas suficientemente buenas para atraer al público en general. Un verdadero desafío y una transición que no es fácil de garantizar pero que seguramente Google encontrara la manera de que se pueda dar.