La Asociación Profesional de Periodistas de Valencia (APPV) celebró ayer en el Palacio de la Colomina de la capital del Turia una conferencia sobre ‘Tecnoestrés para periodistas: ¿cómo convivir saludablemente con las TIC’s?’.
Mercedes Ventura Campos, licenciada en psicología y miembro del grupo de investigación WoNTde la Universidad Jaume I, describió al tencoestrés como “una enfermedad moderna de adaptación, causada por la incapacidad de afrontar las nuevas tecnologías” yexplicó como “la revolución tecnológica ha llevado a tener que utilizar de manera masiva las nuevas tecnologías modificando así, nuestra vida social y nuestra forma de trabajar” hasta convertirnos en “víctimas”.
Para Ventura, “el mundo periodístico no es ajeno a la irrupción de las nuevas tecnologías y es, a día de hoy, una de las instituciones sociales más afectadas”. Además la psicólogaevidenciaba elconflicto entre la prensa tradicional con los nuevos medios digitalesy explicaba que, al margen de los cambios económicos quesupone este transvase de lectores de una plataforma a otra, existeotro cambio relacionado con "la adquisición de nuevas destrezas".
“El mundo periodístico ha tenido que desarrollar nuevas habilidades para poder gestionar correctamente instrumentos como microblogs, fuentes RSS, blogs, gestores de imagen, archivos compartidos, redes sociales o la visualización de datos”, aseguró la investigadora, produciendo al final una serie deproblemas técnicos y humanos destacando como “uno de los problemas clásicos” al tecnoestrés.
Según la psicóloga dentro de esta patología “existen dos tipos de experiencias de tecnoestrés”: el ‘Tecnostrain’ relacionado con los sentimientos de ansiedad, fatiga mental y la creencia de insignificancia ante el uso de las tecnologías y, por otro lado, la ‘Tecnoadicción’ entendida como un uso excesivo y compulsivo de las tecnologías”.
Por otro lado, Ventura también explicó las distintas ansiedades que puede producir el uso de las tecnologías. La ansiedad psicológicaante el temor a dañar la tecnología por no saber utilizarla; la ansiedad por el funcionamientoante la imposibilidad de usar la tecnología; y la ansiedad socialporel temor de ser sustituido por una máquina.
“La tecnología puede llevar al pánico”, destaca Ventura y lo ejemplifica a través de la gran recepción de e-mails que pueden llegar a los correos electrónicos convirtiéndolos al final, según la psicóloga, en"cementerios gigantescos" donde se pasa mástiempo "matando mensajes (eliminándonos)" que contestándolos.
En base a estos síntomas el equipo de investigación elaboró una ‘Guía de Intervención’ en la cual se dan algunasclaves para averiguar si una persona padece 'tecnoestrés':Estar disponible los 365 días del año, revisar el e-mail personal o laboral durante los fines de semana ocaminarenviando o leyendo mensajes:eres un 'tecnoadicto'
Ventura expone cinco estrategias de prevenciónque contrarresten estas tendencias.La primera es establecer descansos de cinco minutos por cada hora trabajada, para ello existen apps que facilitan el control de estas rutinas de descanso como son ‘Tomodoro’, que a modo de cronómetro mide el tiempo trabajado y avisa del momento de descanso.
Por otro lado, para disminuir los dolores físicos hay que controlar ergonomía.
Finalmente, Ventura explicó queel equipo WoNT ha llevado a asesorar a algunas empresas para crear una mejor gestión del tiempo con horas de descanso en zonas sin conexión o “zonas no-wifi” que permitieran un mayor equilibrio entre el tiempo en el que se mantienen conectados los trabajadores y otras actividades de ocio saludable.