Las autoridades han logrado detener a un menor de edad por su presunta agresión física contra su propia madre. Según las informaciones oficiales, la progenitora del menor le escondió el router para que no tuviera wifi, lo que provocó una reacción en el joven muy agresiva para contra su madre.
El suceso se registró hace dos días en Lugo, el martes en la tarde, cuando avisaron a la policía de barrio que había una fuerte discusión. La denuncia procedió de La Ronda de las Mercedes, por lo que las autoridades procedieron a ir hasta allá.
El menor agredió a su madre físicamente
Al llegar, las autoridades escuchaban los gritos por la discusión. El menor estaba insultando agresivamente a su propia madre. La propia policía fue testigo del sonido de los golpes en las puertas cuando eran azotadas.
Cuando las autoridades llamaron a la puerta fue el propio menor quien acudió a abrirla, confesando que había estado discutiendo con su progenitora por la sencilla razón de que esta le escondió el router.
Según reveló el menor de edad, el enojo era porque él necesitaba el wifi para sus tareas escolares y su madre se lo había escondido. Además, confesó que agredió a su madre, lo que le ocasionó a ella algunas lesiones físicas, específicamente en los hombros y en el antebrazo.
Las autoridades procedieron a detener al menor debido a que se trataba de un delito de violencia de las que se catalogan dentro del ámbito de la familia. Aunque son delitos que ocurren normalmente entre parejas, las autoridades también atienden estos casos entre familiares.
La madre del menor explicó la situación e informó a las autoridades que su hijo actuó de esa manera para con ella porque le escondió el router para que el joven no tuviera internet.
Como confirmó la misma madre, ella había guardado el aparato después de desconectarlo, lo que ocasionó la furia del menor, quien de inmediato se volvió muy violento contra ella.
Las autoridades policiales escucharon los gritos
La llamada al 092 lo efectuó una persona que denunció que se oían fuertes gritos en el interior de un domicilio.
Esto fue confirmado cuando las autoridades llegaron a la escalera en el propio edificio. Desde allí se escuchaban los insultos, lo que de inmediato alertó a la autoridad para actuar con prontitud y evitar una posible tragedia.
Hasta ahora se sabe que el menor de edad confesó abiertamente a las autoridades lo que había hecho. En vista de que todavía es menor de edad, este caso será remitido al juzgado de menores y es allí donde se terminará el grado de culpabilidad del joven. Cualquier tipo de abuso o violencia doméstica puede ser considerado un delito y en el caso de este menor de edad serán las autoridades correspondientes quienes determinen el castigo que merece.