Un joven argelino en situación irregular en el país se encontraba trabajando “en condiciones de esclavitud” para un hostelero en Alicante. Por eso, los agentes de la Policía Nacional arrestaron al empresario acusado del presunto delito de trata de seres humanos para su explotación laboral. Desde hace varias semanas, la institución armada comenzó las pesquisas sobre el caso.
El joven argelino era alimentado con sobras de la comida
El hostelero solo alimentaba al argelino con las sobras de la comida de los clientes. En ese sentido, la Policía Nacional comenzó a investigar porque presuntamente el joven se encontraba trabajando sin contrato laboral.
Finalmente, los investigadores de la institución armada comprobaron que la víctima trabajaba 16 horas diarias, en el establecimiento de Alicante.
Las autoridades también determinaron que las condiciones laborales del joven eran “extremadamente duras”. Incluso el empleado era víctima de insultos y malos tratos por parte del hostelero. La Policía Nacional ha emitido una nota para confirmar los hechos en Alicante.
El empleado también cuidaba a un familiar del empresario
Por otro lado, el joven también trabajaba cuidando a un adulto de avanzada edad que era familiar del hostelero en Alicante. En ese contexto, el argelino ayudaba con la limpieza de la vivienda y el mantenimiento del huerto en la casa.
Asimismo, los agentes confirmaron que la víctima había sido sometida a vejaciones durante sus horas laborales.
Incluso al joven lo amenazaron con devolverlo a Argelia por estar de forma ilegal en España. Por eso, la Policía Nacional e Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Alicante han realizado la inspección del establecimiento.
Acto seguido, los agentes arrestaron al empresario. Cabe destacar que el hostelero con antecedentes policiales ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial.
El empresario se aprovechó de la ‘vulnerabilidad’ del joven
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el empresario presuntamente se aprovechó de la situación de “vulnerabilidad” del joven para explotarlo laboralmente.
El hostelero habría conocido al argelino mientras impartía un curso de formación cuando la víctima era menor de edad. En ese contexto, el detenido habría aprovechado para ofrecerle trabajo a la víctima.
Según ha trascendido, el hostelero le pagaba 300 euros al argelino, 400 en temporada alta. Pero le descontaba 100 euros por el alojamiento. El empresario también se aprovechaba de que el joven no hablaba el idioma para explotarlo en su jornada laboral.