Marta, la ‘princesa guerrera’, ha fallecido a los cuatro años como consecuencia de una enfermedad rara y única en el mundo. El fallecimiento se produjo el pasado miércoles en la isla de Gran Canaria. La niña de cuatro años padecía la rara enfermedad de translocación de los cromosomas 4, 13 y 18. Los padres de la pequeña han recibido muchos mensajes de apoyo tras el fallecimiento de su hija.
La ‘princesa guerrera’ luchó contra la rara enfermedad
Los medios de comunicación llamaron ‘princesa guerrera’ a Marta porque mantuvo una lucha contra la rara enfermedad con una sonrisa en sus labios.
La pequeña siempre tuvo mucho valor a pesar de la situación que estaba atravesando. La enfermedad que padecía ni siquiera tenía nombre porque era única en el mundo.
Los médicos detectaron la enfermedad rara cuando la pequeña tenía 3 meses. El síndrome de duplicación y delección principalmente afectaba a los cromosomas 12 y 18. Sin embargo, Marta también tenía una variante relacionada con la “pérdida de una citobanda” llamada 4p15. Una circunstancia única en el mundo, tanto así que el caso llamó la atención de muchos medios de comunicación.
La pequeña permanecía conectada a una bomba de alimentos 12 horas al día
La niña de cuatro años tenía que permanecer conectada a una bomba de alimentos al menos 12 horas al día.
La pequeña dependía de sus padres y debía recibir cuidados las 24 horas del día. Incluso su madre decidió abandonar su trabajo para poder atender a su hija. Por otro lado, el progenitor de la ‘princesa guerrera’ trabajaba como repartidor de pan.
El padre de la pequeña Marta comentó que tenía que salir a trabajar a las 3 y media de la madrugada.
En ese momento reconoció que siempre se iba pensando en que podía pasarle algo a su hija. La situación afectó psicológicamente a Aridañy Santana, tanto así que la Asociación Pequeño Valiente le facilitó un psicólogo para poder sobrellevar la delicada situación.
Los padres de Marta querían compartir mucho tiempo con su hija
Los progenitores de Marta querían compartir la mayor cantidad de tiempo posible con su hija.
Incluso su padre intentaba tener mucha conexión con la pequeña y le compraba algunos juguetes sensoriales que a ella le encantaban. Los padres estaban orgullosos de la ‘princesa guerrera’ por su fortaleza a pesar de la enfermedad que padecía. Incluso ambos creían que la niña era un ejemplo a seguir.
El medio de comunicación Canarias7 informó que ‘la princesa guerrera’ falleció sin la vivienda adaptada que sus padres pedían. Hace tres años los progenitores reclamaron la casa y hasta ahora no habían recibido respuesta por parte de las autoridades. Marta estaba en una casa en la que debía maniobrar para poder llevarla en el carro ortopédico de un dormitorio a otro.