Miguel Ricart, uno de los asesinos de las niñas de Alcàsser, ha sido detenido por la organización de un narcopiso en Ciutat Vella, Barcelona. El inmueble era un auténtico supermercado de sustancias estupefacientes y los vecinos confirman que “a todas horas del día” se sentía trasiego de gente que entraba y salía en el piso.
El dispositivo estaba formado por la Guardia Urbana y los Mossos
Según El Mundo, en la vivienda en la que ha sido detenido Miguel Ricart se han encontrado tres tipos diferentes de sustancias estupefacientes, además de material para poder manipularlas y poder preparar las dosis que ponían a la venta.
El dispositivo formado conjuntamente por la Guardia Urbana y Mossos d’ Esquadra en un “narcopiso” localizado en el conocido barrio del Raval, en la ciudad de Barcelona, ha terminado con la detención del único condenado por el caso del triple crimen de las niñas de Alcàsser, en el año 1992, Miguel Ricart.
La Policía llevaba varias semanas controlando la vivienda y, este martes, tras recibir la orden judicial, llevaron a cabo su entrada en el piso y registraron el inmueble además de llevar a cabo la detención de las dos personas que lo estaban ocupando, un hombre de nacionalidad sudamericana y el propio Ricart.
Supuestamente, Miguel Ricart sería la persona responsable del funcionamiento del “narcopiso” y estaría trabajando dentro de un grupo de índole criminal que se habría encargado de alquilar la vivienda para poder convertirla en un punto de distribución de sustancias estupefacientes.
Según fuentes judiciales, las personas que estaban interesadas en adquirir alguna de las sustancias que se vendían en el piso, se acercaban a la dirección; pero también se hacían repartos a domicilio utilizando un patinete eléctrico. Un vecino que reside en el inmueble en el que ha sido detenido Ricart asegura a El Mundo que iba gente a ese piso, tanto de día como de noche, aunque no solían hacer ruido y, en ocasiones, los dos hombres que vivían allí salían.
Un vecino hizo una pegatina en su interfono para que no lo molestasen
Este vecino llegó a tener que hacer una pegatina en su interfono, en el portal, para que estas personas que iban al piso no se equivocasen a la hora de llamar al número correcto, ya que sufría muchas molestias y algunas personas que entraban tenían muy mala imagen, como si consumieran ciertas sustancias y todos llegaban con mucha prisa, algunos no se quitaban el casco de la cabeza para que nadie les reconociera. Miquel Ricart se ocuparía, desde hace dos meses, de controlar la distribución de las sustancias y su venta en el inmueble, además de tener trato con las personas que las consumían.