Una mujer ha drogado a su marido con uno de los platos estrella de la gastronomía española: una croqueta. Los hechos tuvieron lugar el pasado mes de agosto en la ciudad de Zaragoza. Un matrimonio va a un bar para hablar de los trámites de su divorcio. Mientras el hombre iba a la barra a coger las bebidas, la mujer se quedaba en la mesa en la que estaban sentados, con la ración del mencionado plato que su todavía marido había pedido.

Pues bien, el pasado 11 de noviembre, la Policía Nacional llevaba a cabo la detención de la mencionada mujer, de 47 años de edad, por haber introducido un fármaco (benzodiazepina, para ser exactos) en una de las croquetas que comió aquel día con su exmarido, con el objetivo de robarle la cantidad de 27.000 euros.

El suceso tuvo lugar en el barrio de La Paz, según ha informado la Dirección General de Policía, cuando el aún matrimonio se reunió para debatir los términos de su separación, trámite que habían iniciado justo un mes antes. Ahora, la mujer tendrá que hacer frente a la acusación de un delito de lesiones y otro de estafa. La detenida habría aprovechado el estado de somnolencia del hombre, provocado por la medicación, para poder manipular sus cuentas en el banco y quedarse con esa cantidad de dinero.

Las benzodiazepinas provocan una sensación de somnolencia, aunque si se mezclan con alcohol pueden ser mortales

Según la información, la mujer pudo aprovechar que su todavía marido se había acercado para introducir la benzodiazepina en una croqueta.

Tras comerla, el hombre empezó a sentirse indispuesto y los dos se fueron al domicilio de él. Al día siguiente, el hombre presentó una denuncia en la que explicaba que no recordaba absolutamente nada desde que había salido del bar y, al día siguiente, se había dado cuenta de que se habían hecho movimientos en sus cuentas bancarias.

La investigación fue responsabilidad del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de la ciudad de Zaragoza, que acabó llevando a cabo la detención de la mujer, que no tenía ningún tipo de antecedente. La acusada ya está en libertad a la espera de que la autoridad judicial la cite.

La víctima descubrió que había sido drogado por unas pruebas clínicas

Gracias a la cámara de seguridad del bar Los Juncos, se comprobó como la pareja entraba en el local, que tiene una peculiar barra formando una especie de U con una gran cantidad de tapas (chistorra, tortilla, gambas rebozados, saladitas o croquetas). El hombre pidió una tapa de las mencionadas croquetas, sin pensar en ningún momento lo que iba a pasar. En las imágenes se ve como, mientras el hombre va a coger una bebida, ella aprovecha para poder “manipular la croqueta”.

Al volver a la mesa, el hombre se la comió de un solo bocado y admitió, en su denuncia, que el sabor era extraño, pero no le dio ningún tipo de importancia.

Pero a los pocos minutos comenzó a sentirse mal y su todavía mujer le aconsejó ir a su piso para que pudiera tumbarse y descansar un rato.

Días después, al haberse encontrado mal, su médico pidió que se hiciera unas analíticas y se comprobó que tenía restos de drogas, benzodiazepina, un componente que se encuentra en varios medicamentos como puede ser el diazepam. Al ser un psicotrópico que tiene efectos sobre el sistema nervioso (que se usa en tratamientos del insomnio o de la ansiedad) provoca una sensación de relajación o sedación. Eso sí, en grandes cantidades puede provocar el coma o la muerte si se mezcla con bebidas alcohólicas.