Rümeysa Gelgi, de 25 años de edad y procedente de Turquía, padece el Síndrome de Weaver. Este extraño síndrome, caracterizado por un rápido crecimiento de las extremidades, una apariencia facial identificada con una amplia distancia entre pupilas o las orejas grandes, entre otros aspectos, el causante de sus 2 metros y sus 51 centímetros de altura. De hecho, forma parte del Libro Guiness de los Récords como la mujer más alta del mundo.

Rümeysa Gelgi necesita un andador para poder mantenerse en pie

Sirviéndose de un andador por sus dificultades para caminar y mantener el equilibrio, otra de las características típicas de este síndrome, actividades que para cualquier persona pueden ser normales para ella son todo un reto.

La mayor dificultad en el caso de los aviones son las barreras que presentan aspectos como el tamaño de los asientos.

Turkish Airlines introdujo una camilla en una de sus cabinas para el viaje de Rümeysa a San Franscisco

Por ese motivo, la empresa Turkisk Airlines hizo un ajuste en la cabina e introdujo una camilla sobre la que Rümeysa Gelgi estuvo durante las 13 horas que duró el vuelo de Turquía a San Francisco. Para ello tuvieron que retirarse seis asientos. Ayudada en todo momento por los trabajadores y operarios de la aerolínea, pudo llegar a su destino sin mayor dificultad.

Las personas con problemas de movilidad tienen que enfrentar numerosos obstáculos

Este hecho marca un antes y un después en la inclusión de personas que, por sus condiciones físicas y/o intelectuales, tienen serias dificultades para afrontar situaciones de la vida cotidiana.

Un claro ejemplo es el de este mismo artículo, pero igualmente podrían haber sido los asientos de un cine o de cualquier evento donde estos están ajustados dentro de una medida y peso estándar.

También encontramos otras barreras como la accesibilidad a edificios (no todos disponen de rampas para el acceso de personas con sillas de ruedas), el tamaño de los ascensores o la disposición de productos y utensilios que sean fácilmente alcanzables.

En el caso concreto de una persona en silla de ruedas, no puede coger el producto de cierta marca que está en la estantería más alta del supermercado, ni tampoco puede subir a un ascensor si este es algo estrecho.

Robert Waldow, Sultan Kösen y Jyoti Amge son también conocidos por su particular altura

Otro nombre conocido en la historia por su altura de 2 metros y 72 centímetros es el de Robert Wadlow.

Nacido el 22 de febrero de 1918 en Illionois, Estados Unidos, falleció el 15 de julio de 1940 debido a una infección derivada de una lesión de tobillo. Debido a sus dificultades para caminar y con objeto de evitar fracturarse, requería de férulas. Estas están hechas de plástico, metal, yeso o fibra de vidrio; un elemento que mantiene los huesos y articulaciones inmovilizadas con el fin de facilitar su curación. También se emplean en el caso de personas con problemas en las articulaciones, como es el caso de la artritis, o en los músculos.

Actualmente, el hombre vivo más alto del mundo es Sultan Kösen con una altura de 2 metros y 51 centímetros. Nació el 10 de diciembre de 1982 y, al igual que Gelgis, procede de Turquía.

En contraste con estos tres nombres, Jyoti Amge es la mujer más pequeña del mundo. Con una edad de 28 años, su altura de apenas 63 centímetros no ha sido un impedimento para desarrollar su carrera de actriz.