El bebé que había sido secuestrado de la maternidad del Hospital Universitario Basurto fue hallado este jueves a las 8:30 horas de la mañana. El recién nacido, que todavía tenía la pinza del cordón umbilical, fue encontrado por vecinos de un edificio del barrio de Santutxu, en la ciudad de Bilbao, en el portal 26 de la Plaza del Carmen.

El bebé fue abandonado en un felpudo de Santutxu

El niño estaba en el felpudo de la entrada de un apartamento del octavo piso, y los vecinos avisaron inmediatamente a la Ertzaintza para trasladarlo a la maternidad en una ambulancia medicalizada y con incubadora, desde donde comenzaron a hacerle los primeros reconocimientos de salud, constatando el buen estado general de la criatura y restituirlo a la madre.

Apenas dos horas después, a las 10:30 horas, la presunta secuestradora fue detenida en el barrio de Zorroza de la misma ciudad. La mujer, de veinticuatro años, cabello rizado y recogido en una coleta, y complexión obesa, había sido seguida por la policía autonómica de Países Vascos y se la tenía identificada a través de las cámaras de seguridad del hospital Basurto.

La presunta secuestradora aparentaba ser una sanitaria

Según se informó, la mujer fue vista por última vez en la puerta del hospital a las 23 horas del miércoles, donde gracias a las imágenes ha podido ser identificada; luego se supo que se movía por la ciudad de Bilbao, hasta que decidió abandonar al bebé en el felpudo.

La mujer, que al momento del secuestro vestía camiseta, pantalón y tenis blancas por lo que aparentaba ser una sanitaria y se llevó al bebé con la excusa de hacerle estudios médicos, para luego salir del hospital.

La presunta secuestradora habría intentado en varias oportunidades y las distintas madres se habían negado a entregar a sus bebés, hasta que consiguió uno, para luego huir con la criatura. Medios periodísticos informaron que la mujer fingía estar embarazada.

La vecina que lo encontró dijo que estaba tranquilo y alimentado

Alicia es la mujer que encontró al niño en la puerta de su casa.

Relata que le tocaron el timbre, y por la mirilla de su puerta no vio a nadie, pero cuando abrió, se encontró con el bebé. “Seguro que es el niño robado”, le dijo a su hijo, quien salió corriendo para intentar coger a la secuestradora, sin conseguirlo. Alicia, que trabaja como gobernanta en una residencia y como auxiliar de enfermería, dijo que el niño estaba tranquilo y se notaba que había sido alimentado.

Inmediatamente llamó a la Ertzaintza, quien llegó en tan solo minutos para hacerse cargo del niño. “Piensas en esos padres”, reflexiona Alicia, por el dolor y la desesperación que estarían pasando en el hospital los progenitores.