El conocido como el ‘pistolero de Tarragona’, llamado Marin Eugen Sabau, terminó su vida el martes a mediodía, tras recibir la inyección letal, tal y como había solicitado. El ‘pistolero de Tarragona’ quedó tetraplejico tras un enfrentamiento a tiros con los Mossos d’Esquadra, después de asaltar en pleno centro de Tarragona, a sus compañeros de una oficina de Securitas en la que trabajaba, el pasado mes de diciembre. El hombre estaba preso en el servicio penitenciario del Consorcio Sanitario de Terrassa y estaba a la espera de juicio.

La muerte del ‘pistolero de Tarragona’ le evita los juicios que tenía pendientes

La situación del juicio que debía afrontar Sabau significó un grave conflicto judicial, ya que sus víctimas pidieron que se retrasara el procedimiento para terminar con la vida del ‘pistolero’, quien estaba acusado de tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y atentado a la autoridad.

Marin Eugen Sabau tenía 46 años, era de nacionalidad rumana y vivía desde hacía veinte años en España. El pasado 14 de diciembre de 2021 atacó con armas de fuego la sede de Securitas, empresa de la cual había sido despedido tres meses antes, con un saldo de tres heridos. En su huida, se topó con un control de los Mossos d’Esquadra, ignorando la voz de alto y disparando también contra los agentes, dejando a un mosso herido.

El ‘pistolero de Tarragona’ fue finalmente reducido tras un intenso tiroteo en una masía de Riudoms, donde se encontraba atrincherado. Sabau recibió un disparo que le dejó tetrapléjico.

Sabau solicitó la muerte asistida tras vivir postrado y con dolor permanente

Los investigadores del violento suceso descubrieron que antes del ataque, el ‘pistolero de Tarragona’ había enviado mails amenazadores: “Las lecciones que se aprenden con sangre no se olvidan pronto.

Securitas se acordará de mí unos cuantos años” aseguraba en un correo. Marin Eugen Sabau pidió la muerte asistida por “tetraplejia irreversible con dolor constante y persistente”. Después de que varios juzgados rechazaran la solicitud, la Comissió de Garantia i Evaluació, que depende de la Generalitat, aprobó la petición y le puso fecha: 23 de agosto.

El preso donó sus órganos y no manifestó arrepentimiento

El procedimiento se llevó a cabo en el Consorcio Sanitario de Tarrasa, donde se le suministró por vía intravenosa un cóctel de fármacos al mediodía. A las 14:30 horas se procedió a la extracción de los órganos, de los cuales Sabau había manifestado su voluntad de donación y 18:30 se declaró oficialmente su muerte.

El periplo judicial no ha terminado con la muerte del ‘pistolero de Tarragona’, ya que sus víctimas, pese a que Sabau ya no afrontará el juicio pertinente, podrán continuar por la vía civil y las demandas a las aseguradoras o al mismo Estado. Es el primer caso en Europa en que un reo solicita y se le concede a un preso a la espera de juicio. El hombre murió sin haber manifestado arrepentimiento y, según fuentes conocedoras del caso, ha dejado una carta de despedida.