Las autoridades policiales detuvieron en la Playa de San Juan de Alicante a Diego Darío González Ghersi, de 40 años de edad, quien ha sido condenado a prisión por abusar durante, al menos, un lustro de su pequeña hija de cinco años. El detenido formaba parte de los diez prófugos de la Justicia más solicitados en España y fue encontrado con cambios radicales en su aspecto físico, los cuales tenían como objetivo desviar la atención de los agentes para evitar su captura. Diego Darío se había dejado crecer la barba, utilizaba lentillas de colores y tenía el cabello teñido y largo.

Según informaciones emitidas por la Policía Nacional Diego Darío huía de la justicia desde el pasado mes de febrero de 2021. El prófugo tiene una estatura de 1,70 metros, los ojos de color oscuro y tiene tatuadas las piernas, la espalda y los brazos. El acusado logró un importante cambio en su apariencia física realizándose un aumento de sus tatuajes con la finalidad de disimular los que ya tenía. Formaba parte de los delincuentes más buscados en todo el territorio español.

Las autoridades policiales han capturado a tres fugitivos

Fuentes de la Policía Nacional explicaron que con la detención de Diego Darío, aumenta a tres los fugitivos capturados que forman parte de los diez delincuentes más solicitados por la Justicia española.

De esta lista aún quedan siete prófugos por capturar.

Adicionalmente, se ha informado que el proceso para detener a Diego Darío ha sido muy difícil y complejo, al parecer, el acusado constantemente cambiaba de domicilio y realizaba trabajos esporádicos y poco cualificados con el propósito de desviar la atención de los agentes de seguridad.

Después de varios meses de investigaciones policiales, se obtuvo información de que este delincuente residía en Alicante. Los agentes ubicaron su domicilio en la localidad de San Juan y lograron su detención.

Diego Darío González Ghersi había sido denunciado por su anterior pareja por abuso infantil

Diego Darío había cometido el delito de abuso de una menor de edad en el año 2008, la víctima una niña de cinco años hija de su anterior pareja, la cual lo había denunciado ante las autoridades porque la niña se negaba a pasar los fines de semana con su padre, una situación que aumentó las sospechas de la madre de que algo negativo estaba ocurriéndole a la menor.

Además, cuando la niña regresaba con su madre después de estar durante varios días con él tenía un comportamiento alicaído y desvelaba tristeza. Otras investigaciones realizadas en torno a este caso señalan que Diego Darío obligaba a su hija a ver películas para adultos y le decía a la niña que esto era un secreto entre ellos y que no se lo contara a nadie. Obligaba a su hija a mantener un pacto de silencio sobre esta situación.