Este pasado miércoles, la Policía Local de Calella, en Barcelona, ha arrestado a los propietarios de un piso ocupado cuando han intentado entrar a la fuerza para echar a los okupas, un desalojo que se les puso en contra hasta el punto que fueron ellos los que acabaron siendo arrestados y no los ocupantes ilegales de su vivienda de propiedad.
Padre e hijo intentaron acceder a su vivienda ocupada a la fuerza
Todo ha sucedido en la zona de Apartaments Codina de Calella, cuando un padre y un hijo de nacionalidad francesa de 84 y 53 años respectivamente, han intentado acceder al domicilio que tenían en la población costera de Barcelona a la fuerza.
Para ello han utilizado una pata de cabra y han llegado a agredir a uno de los okupas con un espray. Los okupas de la vivienda han llamado a la Policía que rápidamente se ha personado y han detenido a los propietarios de la vivienda.
Era la tercera vez que denunciaban la ocupación de su vivienda
Los propietarios del domicilio ocupado habían acudido a la Policía de Calella justamente este lunes también para denunciar los hechos, dejando constancia de que se trataba de la tercera vez que sufrían una ocupación en la vivienda de su propiedad, sin embargo al haber intentado entrar a la fuerza a su propia casa, ahora son ellos los detenidos y están acusados de un presunto delito de entrada a domicilio ajeno y coacciones.
Los propietarios llevaban encima armas blancas y una gran cantidad de dinero
Los propietarios que han acabado siendo arrestados por intentar desalojar a los ocupas de su vivienda llevaban consigo armas blancas de pequeño tamaño y una gran cantidad de dinero. Ambas cosas han sido requisadas por la Policía Local de Calella, y los arrestados han sido entregados a los Mossos de Pineda de Mar, y a su vez derivados al juez de guardia.
Por el momento se desconoce el desenlace de los dos hombres que querían recuperar su casa ocupada.
Este bloque de apartamentos donde han sucedido los hechos se encuentra en una zona de Calella muy vacacional que está muy afectada por la ocupación debido a que hay muchos pisos de segunda residencia y también muchas viviendas que pertenecen a entidades bancarias, motivo por el que los allanadores aprovechan para ocuparlos.
La ocupación en España es un tema muy polémico, ya que los propietarios de viviendas okupadas no pueden entrar en sus propios domicilios sin incurrir en un delito de allanamiento de morada, que además el código penal castiga con prisión. Tampoco está permitido un cambio de cerradura, ya que podría ser constitutivo de un delito de coacciones, y mucho menos cortarles el agua y la luz. Recuperar la vivienda no siempre es fácil, y si los ocupantes muestran resistencia el proceso puede alargarse mucho, sin embargo si no oponen resistencia ni muestra alegaciones el proceso podría durar de uno a dos meses en los mejores casos de la vía penal o civil.